Es la penúltima oferta política
para el futuro. En esta ocasión parte de Mariano Rajoy, lo
que implicaría que si no gana las elecciones todo ello se
quedaría en “agua de borrajas”, y si gana en marzo, el
cambio, uno más, se impondría allá por el curso 2009- 2010 o
algo parecido.
Creo que los políticos, desde hace mucho tiempo, están
jugando demasiado, más de la cuenta, con la Educación, en
España.
Todo este desenfreno que se viene dando en lo relativo a la
educación empezó en los finales de los años 60, cuando un
ministro con ganas de hacer historia, pero de la mala,
Villar Palasí, rodeado de incompetentes como la señorita
Galino, que todo lo que sabía de Educación era lo que
conocía del Padre Feijoo, y unido a “la Galino”, otra joya
para nuestra historia, Diez Hochtleiner, hicieron tabla rasa
con la ley de Educación que había, en la que se sentaban
unas bases sólidas y se llegaba a la universidad sabiendo a
donde se iba.
Hasta entonces, es cierto que estaba menos masificada, no
había eso que ahora predican tanto los “carcas” como los “progres”:
el fracaso escolar. Y no había fracaso escolar porque el que
llegaba al bachillerato, tras salir de la escuela, sabía lo
que le esperaba y todo el que no seguía los pasos que hay
que seguir tenía la puertas abiertas para otras direcciones,
no precisamente por el camino del estudio.
Era el régimen de Franco, me dirán muchos y yo creo que hay
que asegurarlo y no ocultarlo, pero entonces las Matemática
no se politizaban, ni el Francés era la lengua de China.
Pues bien, los tres ínclitos e incompetentes: Villar Palasí,
Galino y Díez Hochtleiner lo único que lograron fue
“egebeizar” la educación. Redujeron, de un plumazo el
Bachillerato de 6 a 3 cursos, más el correspondiente COU y
todo lo anterior a la escuela.
Costó trabajo asimilar aquello y tuvo más sombras que luces,
hasta que pasados los años, con el PSOE en el poder se toman
otros derroteros y comienza el descenso “en picado” en la
educación.
Incluso pudo haber sido peor, si se llega a implantar una
“reforma” que comenzó en algunos centros, con pequeños
grupos de alumnos. Tampoco todos los profesores impartían
aquello con lo que ciertos colegas, no precisamente los
mejor dotados, quisieron hacer carrera. Recuerdo que era en
el final de los años 80 y al referirnos a aquellos grupos
siempre hablábamos de los de “la perestroika”. Aquello fue
un fracaso y lo que vino más tarde iba parcheando la
situación y poco más.
Pero, ¡Ojo!, que la llegada del PP al Gobierno no mejoró la
situación, y tras 8 años en el poder siguieron las cosas
como estaban, aunque hay que decir que tenían una nueva ley
que no entró en vigor porque Rajoy perdió las elecciones.
Hasta aquí eso ha sido lo que hemos tenido en los últimos 35
años.
¿ Y el futuro? Habrá que esperar. Si sigue en el poder
Rodríguez Zapatero habrá algún retoque con la entrada de esa
asignatura que ya veremos quien la imparte y bajo qué
perspectivas, pero no creo que cambien mucho más las cosas y
si vuelve al poder el PP, ahí está la primera promesa
electoral de Rajoy con “bilingüismo para Castilla,
Extremadura, Rioja..., y trilingüismo para Galicia, Euskadi
y Cataluña”.
La implantación del Inglés para todos obligatoriamente,
desde los estratos más bajos de la enseñanza:” Nuestro
objetivo es lograr un sistema educativo que sea bilingüe
para todo el sistema nacional y desde el comienzo de la
formación de los niños”.La idea como tal me parece fenomenal
sobre el papel, pero aquí nos vamos encontrar con las
ventajas para unos y los recursos pobres para otros.
Cogiendo al azar, los alumnos que se formen en el Ramiro de
Maeztu de Madrid van a tener más suerte que los que
comiencen en Hoyos del Espino, en Valdecarros, en Cabezuela
del Valle o en Villatoro, por poner varios ejemplos. Porque
ya me dirá el señor Rajoy si en todos estos pueblos van a
tener expertos en Lengua Inglesa, o si ese inglés se lo va a
enseñar, de compromiso, el farmacéutico, el cura o alguien
que un día vio una película inglesa y de ahí su afición. No
lo veo claro, señor Rajoy.
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