En pleno periodo estival, el presidente del Gobierno ha
decidido remodelar cuatro de los Gabinetes ministeriales,
entre ellos el de Sanidad y Consumo. Bernat Soria,
científico afamado por sus investigaciones con células madre
embrionarias, ha sido el elegido por José Luis Rodríguez
Zapatero para ocupar una cartera que tiene fecha de
caducidad, el próximo mes de marzo, a falta de saber lo que
los ciudadanos españoles decidirán entonces en las urnas.
El relevo deja tras de sí tres años de gobierno de Elena
Salgado en los que ha dejado constancia de su falta de
conocimiento de la realidad sanitaria, especialmente acerca
de la profesión enfermera. Una profesión por cuyo desarrollo
y mejora SATSE siempre se ha mostrado dispuesto a sentarse a
negociar. Tres años en los que al parecer la política de
recursos humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS) no ha
parecido importarle, a tenor de una actividad ministerial
que se ha centrado en vendernos las maravillas que para
nuestra salud supone la adopción de hábitos de vida
saludable, fruto de la falta de competencias de un
Ministerio que ha quedado reducido a aspectos residuales.
Esto, unido al escaso conocimiento que de la sanidad ha
mostrado con su gestión la hasta ahora ministra Elena
Salgado, cuya ambición le llevó hasta la candidatura para
presidir la Organización Mundial de la Salud (OMS), han
convertido a Sanidad en un Departamento en el que la
política de recursos humanos ha quedado marginada.
Mientras tanto, la Enfermería continúa esperando a que se
resuelvan los asuntos laborales y profesionales que afectan
a sus trabajadores, como el desarrollo del Real Decreto de
Especialidades enfermeras o se aborde el nuevo mapa
competencial que la sociedad del siglo XXI demanda de la
profesión: la prescripción enfermera, la educación para la
salud en los centros escolares y el papel de la Enfermería
en la Ley de Dependencia
A ocho meses de las elecciones generales, el relevo de
Salgado por Soria ha tenido un primer golpe de efecto en
términos de imagen pública y, esperemos por el bien del buen
funcionamiento del SNS, también lo tenga en términos de
negociaciones en pro de los miles de profesionales
sanitarios que con su trabajo diario constituyen el pilar
fundamental sobre el que se asienta nuestro sistema
sanitario público. No obstante, mucho nos tememos que la
cercanía de las elecciones generales y la falta de
experiencia como gestor del nuevo ministro sólo sirvan para
dejar pasar el tiempo y prorrogar la situación hasta el
próximo año, con lo que nos encontraremos de nuevo en un
punto muerto en las negociaciones. En cualquier caso, SATSE
continuará trabajando por los profesionales enfermeros para
dar solución a los problemas que aquejan a la Enfermería y
sobre los que Salgado se ha mostrado indiferente. El nuevo
ministro tiene, por tanto, un reto por delante y para cuya
resolución el Sindicato de Enfermería se muestra dispuesto a
abrir un periodo de negociaciones que permitan avanzar en la
mejora de la profesión y de la sostenibilidad del Sistema
Nacional de Salud. Los usuarios del SNS así lo agradecerán,
y también nuestros profesionales.
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