Cuando era solamente un proyecto, la controvertida Educación
para la Ciudadanía, los rumores sobre su rechazo fueron
insistentes. Después apareció el borrador, entendido a modo
de nueva religión oficial del Estado, creciendo la alarma
social a medida que el Ministerio de Educación iba
“soltando” a manera de goteo, los contenidos del nuevo
invento.
Parte del colectivo de educadores y, sobre todo, el de los
padres de alumnos, rechazaron la obligatoriedad de la nueva
asignatura. Las familias están muy asombradas de que el
Gobierno intente suplantarlas, entrometiéndose en la
formación moral de sus hijos, enseñándoles, por ejemplo, los
tipos de familias alternativas, o cómo vivir la sexualidad
desde la infancia.
El rechazo de los padres está apoyado en el choque frontal
con el artículo 27 de la Constitución. “Los poderes públicos
garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus
hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de
acuerdo con sus propias convicciones”.
Ya está preparada para su debut en Secundaria, donde, al
menos siete comunidades, todas ellas de signo socialista, la
recibirán el próximo curso. El resto de Comunidades
comenzarán en 2008 y los de Primaria, en 2009.
Según el Ministerio de Educación, la materia nace para
favorecer “el desarrollo de personas libres e íntegras” y
“la formación de futuros ciudadanos con criterio propio”.
Grupos católicos ya han iniciado campañas para promover la
objeción de conciencia. Así las cosas, el filósofo José
Antonio Marina, uno de los principales impulsores de la
asignatura, defiende que es necesaria: “Cada vez que surge
un problema, la sociedad se vuelve a la escuela pidiendo
soluciones. Esta asignatura debería ser la respuesta de la
escuela a esa demanda”.
El filósofo es autor de uno de los libros de texto en el que
los escolares estudiarán la materia. (Precisamente, en el
Debate sobre el Estado de la Nación, recientemente
celebrado, el Sr. Presidente del Gobierno, se lo regaló al
líder de la oposición).
Síntesis de algunos temas: La identidad sexual: “Se llama
‘heterosexual’ a aquella persona que se siente atraída por
persona de otro sexo. Y se llama ‘homosexual’ a la persona
que se siente atraída por personas del mismo sexo. La
homosexualidad ha sido severamente juzgada durante gran
parte de la historia. Y en la actualidad ha sido severamente
juzgada durante gran parte de la historia. Sin embargo,
tenemos la obligación ética de respetar la dignidad de todas
las personas, reflejada en la Constitución y las leyes
españoles”. La familia: “La familia es el núcleo de la
sociedad. Han aparecido nuevas formas: -Familias
monoparentales, en las cuales los hijos viven sólo con uno
de los padres. Puede deberse a una separación, divorcio, al
fallecimiento de uno de los dos o la decisión de una persona
sola de tener o adoptar hijos”.- “Familias reconstituidas
tras un divorcio o separación, en las que pueden convivir
hijos de distintas parejas”.
Tal como está el extracto del libro del Sr. Marina, no se
encuentra, aparentemente, nada que atente en la formación de
la conciencia moral de los estudiantes. De hecho, la
Federación de Religiosos de la Enseñanza –Centros Católicos
(Fere-Ceca), confía en la capacidad legal para adaptar la
asignatura al ideario propio de sus centros. Y con respecto
a la objeción de conciencia, que carece de sentido, siendo
innecesaria y peligrosa. Pero preocupa las funciones de los
llamados “comisarios sexuales”, con libres accesos a las
aulas.
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