En esta ocasión ha seguido una
ruta diferente, dejó de lado las costas gallegas y se ha
“acercado” a Ibiza, como los turistas, o para fastidiar a
los turistas y a toda la red hotelera de varias de las
playas de esta isla.
Y aquí, con esto, el Gobierno sale tocado, o mejor dicho el
departamento de Magdalena Álvarez, porque como en otras
circunstancias que se han dado accidentes similares, o se
llega tarde o no se llega.
Es cierto que a las costas de la isla han llegado muchos
metros de barrera absorbentes de fuel, y también es cierto
que han comenzado a trabajar bastantes operarios para
limpiar las playas, pero el daño ya está hecho.
La ministra Magdalena Álvarez podía haber sido una de las
que ya fuera ex, no lo ha sido y por tanto le ha cogido el
chapuzón con chapapote y de poco le va servir cargar la
culpas sobre el armador y apelar a que se ha tratado de un
fallo humano, y será así, pero aquellos que van a perder
muchos clientes se van a poner en la línea del “nunca mais”
que en otro momento fue el grito de guerra contra el
Gobierno del PP por otro accidente.
Dicen por mi tierra que, “ la risa anda a barrios” y
mientras el accidente en Galicia tocó y fuerte al PP, ahora
en Ibiza el PSOE y más Magdalena Álvarez no se van a ir de
rositas, por mucho que se intente enmascarar o minimizar lo
que hay en este momento en las inmediaciones de Ibiza.
Y es que, como diría Trillo en su momento, sobre otro asunto
que nada tiene que ver con esto:” manda huevos”, que la
ministra diga:” Ya no hay mancha, sólo un reguero”, pues
optimismo si que parece tener Magdalena y en un caso serio
como este nos ha recordado a otro ministro, aquel de la UCD,
cuando el problema de la colza al tratar de explicar aquella
catástrofe que nadie explicó nunca convenientemente
diciendo:” son una especie de bichitos...”.
Es lo que sucede con los altísimos cargos en puestos de
especialistas, o que debieran ocupar especialistas y no que
dependan de asesores que en ocasiones pueden dejar al
ministro, en este caso ministra, en minifalda.
Las playas, varias de ellas, han sido afectadas y bastante,
pero hay un lugar que se quiere proteger, el parque natural
Las Salinas. Este es el objetivo primordial del propio
Gobierno, al tratar de blindarlo con barreras absorbentes.
Accidentes de este tipo, como accidentes de carretera que
producen, por ejemplo, un incendio, no tienen por qué ser
culpa de un Gobierno, eso desde luego, pero, claro, cuando
en hechos precedentes, como el de Galicia, los que ahora
gobiernan, que estaban en la oposición, levantaron tanto la
voz ahora, en estos momentos, el eco les está tocando a
ellos. Es lo que hay, si un Gobierno es culpable de un
accidente, como el de Galicia, otro accidente como el del
Don Pedro va a recaer sobre el Gobierno del PSOE.
Y además es que mucho es, o mucho puede ser el accidente del
barco, que se da en un lugar, sin más, pero los vientos, tan
normales en el mar han hecho que un lugar que quedaba
alejado como Las Salinas, en pocas horas haya entrado en
zona de peligro.
A quien más afecta, hay que ser realistas, es a los vecinos
y a los empresarios de la zona a la que está llegando el
chapapote y esto, por desgracia, ha sucedido muchas veces en
distintas playas de nuestras costas, y en todos los casos
los más afectados han sido los que han intentado dar una
“solución” de lavado de cara del lugar, con la idea de que
aquí no pasa nada.
Por eso los vecinos de las zonas más afectadas pretenden
apartar el miedo de los turistas, siendo ellos, como en los
años jóvenes de Manuel Fraga, los primeros en meterse en el
mar y dar o “vender” la imagen de que allí hay normalidad.
Claro que los tiempos no son los mismos hoy que en 1966
cuando Don Manuel se fue a la playa de Palomares y a pesar
de los rumores de radioactividad fue el primero en darse un
buen chapuzón. Fraga era ministro de Información y Turismo,
y el turismo comenzaba a ser una fuente de ingresos. Ahora
es diferente, pero los ingresos del turismo vuelan,
momentáneamente de Ibiza, si esto no se soluciona.
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