Los ceutíes no debemos olvidar
jamás que en las elecciones autonómicas de 1999 el Grupo
Independiente Liberal obtuvo 12.721 sufragios y con ellos,
12 diputados que, jamás debemos olvidar, fue elegido por una
gran mayoría de ceutíes que depositaron su confianza en las
urnas. Comicios que supusieron la llegada al Gobierno de la
Ciudad de esta formación tras la moción de censura contra
Jesús Fortes.
Antonio Sampietro, Manuel de la Rubia y Juan Carlos Ríos se
convirtieron en los hombres fuertes del Gobierno de la
Ciudad acompañados de otros reconocidos ceutíes que
conformaron un Gobierno fuerte y legitimo que lideró Ceuta
durante dos años.
Tras la conocida desintegración de esta formación algunos de
sus miembros decidieron continuar en sus labores políticas
afiliándose a otras formaciones políticas conjugando
currículo y experiencia en la gestión política que les ha
supuesto que, algunos de aquellos integrantes del
desaparecido GIL, los más valiosos, hayan ocupado puestos de
responsabilidad relevantes en otras formaciones.
Ahora, innumerables notas de prensa y declaraciones
efectuadas por los manipuladores informativos de siempre,
pretenden demonizar a quienes han rehecho su vida política
trabajando como militantes de base del Partido Popular y
posteriormente, resultado del trabajo efectuado y por
decisión de los órganos directivos de esta formación, han
sido designados para ocupar puestos de responsabilidad
política junto a Juan Jesús Vivas en el Gobierno de la
Ciudad.
Decisión totalmente legitima de quien ha revalidado la
confianza de los ceutíes a través de los más de 22.400 votos
obtenidos resultado todo ello, de la seriedad y la honradez
en el trabajo durante estos seis años de Gobierno. Labor que
ha permitido la transformación absoluta de nuestra Ciudad en
todos los aspectos. No obstante, la credibilidad de quien
sustenta estas críticas están abaladas tras tres claras
derrotas electorales que lo han enviado al ostracismo
político.
Derrotas electorales que demuestran que el pueblo de Ceuta
les retiro su confianza hace mucho tiempo al no creer en su
líder ni en su programa electoral. En definitiva,
reflexiones efectuadas por quienes han vuelto a repetir un
fracaso electoral absoluto.
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