ARROYO Y CALA
Si rememorar el pasado sabiéndolo tan íntimamente nuestro se
nos antoja con la distancia recuerdo ahora, cuando comienzo
a chupar (me inicio en la práctica a ver qué tal se me da)
tinta de mi vieja pluma intentando, una vez más, dar forma
plasmada a mis pensamientos que fluyen por el arroyo de
Calamocarro evocando aquellos tiempos pasados en los que en
los inviernos de Ceuta el arroyuelo llevaba agua dulce en su
discurrir hasta depositarla generosamente en el mar
cristalino de la Cala más bonita de la ciudad.
La Cala de Calamocarro no pertenece al extrarradio;
pertenece a otro mundo más allá de mi territorio africano a
donde, para mi desgracia, no llegan los sonidos negros de
los tambores de la jungla. Ni tan siquiera soy capaz de
recibir los ecos repetidos por la Mujer Muerta y su buen
amigo el hombre Neardental.
RESERVA NATURAL DE TIBURONES… Y COCODRILOS
La isla del Perejil menos abandonada. Desde luego, más
vigilada. Hasta allí por no llegar no vienen en su
“hospitalaria” y multitudinaria visita ni las medusas. Ni
los del Domund a poner unas banderitas.
La Cala no necesita de redes, ni de banderas.
En todo caso, mi Cala está a falta de tiburones de película
del Steven; hambrientos a ser posible para contento y
alegría de más de uno y de dos; tiburones devoradores de
hombres.
Se podría hacer como con los pajaritos. Convertirla en zona
de tiburones domesticados; y cocodrilos amaestrados traídos
expresamente desde el Nilo, distribuirlos a lo largo del
pequeño arroyo vacío del elemento liquido para la ocasión
del festín programado vía GPS, por los señores del “buen
desear” a una familia que pasa por mi sangre amargada y que,
en contraste al arroyuelo, circula abundante por los ríos de
mi cuerpo cansado por tantos abusos como lleva soportado y
soportando.
Ceuta se ha convertido en una peculiar comunidad de bolsillo
en la que lo que se sale estrictamente del “centro”,
pertenece a la competencia de don “casi nadie”. Una especie
de ombligo al que mirar con lupa.
Puede que como lo de la cosa esta de la autonomía está
todavía en fase de desarrollo, se lo han tomado con calma,
las competencias se queden “cortas” y no alcancen fuera de
la calle equivocada, calle Real, playa de la Ribera,
Chorrillo y un poco para Tarajal ¿Llega también para Playa
Benítez?
En Benzú: arreglito, un apañito.
A CEUTA SE LE PARO EL “MOTOR”
Antes cuando se llegaba a Algeciras estábamos deseando
llegar a Ceuta. Recuerdo el río aquel de Miguel Ríos, con la
peste. Desde hace muchos años Algeciras sufrió una
transformación de la que no les voy a hablar porque es de
todos conocida.
Ceuta perdió el “motor” respecto a Algeciras.
Cuando veníamos de Marruecos estábamos deseando llegar a
nuestra ciudad porque era como entrar en Nueva York. Ahora
cada vez que cruzamos la Aduana de El Tarajal hacia el país
vecino, nos quedamos con la boca abierta ante la rapidez del
cambio que está sufriendo y el ritmo súper acelerado de
obras; increíble. Dentro de unos cinco años, habrá que
descubrirse por el desarrollo, empuje, auge, dado por el rey
Mohamed VI a su reino. Para fecha cercana se anuncia la
inauguración de la autovía, que enlazará con el resto de
poblaciones marroquíes ya conectadas entre sí desde hace ya
varios años, en las zonas que nos afectan de Tetuán y
Tánger.
Ceuta también perderá el “motor” en relación con Marruecos.
Nos queda todavía el consuelo de no perder el tren del túnel
del tiempo que años atrás unía Ceuta con Tetuán.
Claro que también tendremos que esperar los ceutíes a que no
quede literalmente un ladrillo sobre ladrillo en la antigua
estación, para comenzar la reforma anunciada en tiempo de
publicidad.
RECTIFICAR TAMBIEN ES DE… “PERRO CON PULGAS”
Cuando observé la primera orientación de la escultura de
cuerpo entero del alcalde republicano, Antonio López
Sánchez-Prado, mirando práctica y literalmente hacia la
puerta de entrada y salida del Ayuntamiento, como dije en un
anterior artículo, me llené de satisfacción dado que se me
ocurrió pensar, aunque no cobre por ello, que tal
“colocación” podía llegar a producir un efecto tipo de
“conciencia” cara a nuestros políticos al término de la
agotadora jornada de trabajo.
Reorientaron lo que para mí era una extraordinaria
ubicación, y a este periodista criticón le faltó tiempo para
ver en la medida adoptada las manos escondidas de las mentes
malvadas del pueblo, que siempre están atentos a las
observaciones de las cosas que no deben ni pueden quedar en
su justo término y lugar.
Tal vez llevado por la influencia de mi querida madre María
Luisa, yo enseguida me puse a ver gato encerrado en la
maniobra llevada a cabo con la escultura, en lugar de
reparar en lo obvio: que quedara la figura del “hombre
santo” mirando hacia su propia calle equivocada era mucho
más estético. Más bonito. Más en línea. Más en su conjunto
armónico.
Porque, ¿qué necesidad tienen además nuestros políticos de
que nadie actúe o se comporte como un referente de buen
ejemplo? ¿Acaso es qué lo necesitan?
También es verdad. Son ganas, las de este “perro con
pulgas”, de molestar con sus inoportunos “ladridos”.
Será, puede ser, por eso de que los malditos parásitos no
paran de picarme y me agrian, aún más si cabe, el carácter
puñetero.
Así, por mor de mi mala “conciencia”, tengo que recurrir a
la rectificación y pedir disculpas por haber dado riendas
sueltas y amarradas a mi imaginación, como si fuera Antoñita
la fantástica, que busca la ocasión para poner la lupa donde
se debe poner mantel y saborear la vida con sus cosas buenas
que nos trae a diario, pese a todo.
Nuestros políticos podían, de así haberlo querido, haber
dejado, postergado, demorado, atrasado, esta primera gran
medida para el final de la legislatura.
Perfectamente hubieran podido adoptar un plan de estrategia
mejor diseñado cara a la galería.
En la última semana antes de acabar los cuatro años se
reúnen; se aprueban lo aprobado con “carácter retroactivo”,
se terminan marchando, y… adiós. Si te he visto no me
acuerdo.
Y que el pueblo les quite lo bailado al son de mis tambores
africanos.
La sinceridad ha presidido la medida con carácter de inicio,
con carácter de “ necesidad ”, de urgencia hospitalaria de
la Cruz Roja.
La Oposición sin opositar no ha sabido valorar este punto de
vista. Les ha ocurrido lo que a mí antes de reflexionar. Se
han lanzado enseguida en el paracaídas de la crítica sin
reparar en la virtud escondida en la pronta medida adoptada.
De ahí que se diga que lo esencial es invisible a los ojos.
Si a la virtud de la sinceridad se une, como es de esperar y
de desear, la capacidad de trabajo, este periodista criticón
no va a tener más remedio que seguir en la lista de los que
se tengan que marchar de la ciudad de nuevo, según la
acertada teoría elaborada por el delegado del Gobierno y que
para su mala suerte no ha entrado todavía en el Guines de
los despropósitos.
Me permito refrescarles, con el calor que hace viene
estupendamente, que dicha teoría está basada en el principio
laboral evidente según el cual los que no tenemos trabajo
fijo, mejor nos buscamos la vida en otra dimensión
peninsular dejando libre el poco espacio físico del que se
dispone en la reserva.
FORMULAS SECRETAS
Se dice que el secreto mejor guardado del mundo es la
fórmula de la elaboración química de la Coca Cola.
Algo de mágico debe de haber también en la metodología
económica por la que aparentemente subiendo el peso de los
bolsillos, los contribuyentes terminamos ahorrando; aunque
nuestras cortas mentes no logren entender tal simplicidad de
operación de ingeniería financiera.
Les adelanto que cuando llegue a la comprensión del complejo
asunto me voy derechito al empresario de este medio a
pedirle una subida de la colaboración.
Encima me tendrá que dar las gracias por pedirle un aumento,
o los que sean, pues “eso” que se ahorrará.
Con lo que no sé si llegado el caso de descubrir el
“secreto” tomaré tal decisión.
No me seduce nada que, encima, el editor se beneficie a
costa de uno; sabido es la tendencia que tienen “los amos”
de explotar las situaciones favorables.
Con la revelación del mejor secreto guardado del mundo,
después del de la Coca Cola, capaz es de ponerse a subirme y
subirme la colaboración y llegue el momento que, por esa
regla de tres simple pero compuesta a la vez, las sucesivas
subidas de pesetillas le haga tabla rasa. Como lo que ocurre
en el juego de las damas.
Es decir, le resulte gratis mi trabajo. No estoy por la
labor de darle pistas, caso de que Samuelson me “sople” el
acertijo-adivinanza económico de gastar fomentando el
ahorro.
NO SOLO ELIGIO MORIR “LIBRE”
El alcalde republicano Antonio López Sánchez-Prado, no sólo
eligió morir “libre”. Eligió más cosas en su estilo de vida.
En la medida que he ido empapándome de la figura del alcalde
republicano de Ceuta, Antonio López Sánchez-Prado, comprendo
menos cómo fue posible que con hombres de su talla y de la
categoría del “facha” de mi querido padre Joaquín, se
pudiera declarar una guerra incivil y estar cada uno en
bandos diferentes, siendo hermanos de buen corazón.
Antonio López Sánchez-Prado fue fusilado con 47 años. Mi
querido padre Joaquín hizo la guerra con 23 años.
La explicación a la duda puede que me la facilite mi “guía”
preferido para preguntas difíciles.
Tagore escribe:
-El hombre – sentencia el poeta hindú- es bueno; pero los
hombres, son crueles.
Ahora, cuando escribo estos comentarios para que juntos los
leamos al calor del domingo, nunca mejor dicho ni mejor
escrito, me cambio unas cuantas “pulgas” por un poco de
vanidad.
Muchas personas me han comentado, con agrado para este
periodista, que gracias a mis artículos sencillos por
populares en su forma de expresión literaria, he logrado
acercar a la opinión pública ceutí el trabajo desarrollado
desde el punto de vista científico-histórico por Francisco
Sánchez.
Al rigor frío de los datos producto de una investigación
exquisita por brillante le he puesto, por así decirlo, una
“salsa” con la que acompañar de manera amena el trabajo de
campo de Francisco Sánchez.
Quede claro, por si no lo está, que este periodista sin el
libro del investigador, y la inestimable colaboración
desinteresada y personal de su autor, no podría desarrollar
ninguna narración.
Si entre los dos hemos logrado algo, gracias. Mi gratitud y
la de Paco; me permito hablar en su nombre si él así me lo
consiente. Con los genios hay que tener mucho tacto para no
molestarles.
Sabido es que los genios descansan su reposo en sus lámparas
maravillosas y no les gusta la vanidad del mundo exterior y
corriente por mundanal. Ellos están en otra “historia”. Por
eso son lo que son.
DINERO ROBADO DE IDA Y VUELTA
El alcalde de Marbella, Julián Muñoz, por citar un ejemplo a
mano, cercano, y siempre de actualidad, no sólo tuvo el
tiempo suficiente y sobrado de esconder la fortuna robada al
pueblo marbellí, sino el cinismo y la poca vergüenza de
mover una parte, una limosna, una propina, de ese dinero
saqueado cuando el mismo ya estaba fuera de España.
Hace indicaciones para que se produzcan transferencias desde
Gibraltar a nuestro país, rizando el colmo de la
desfachatez. Ese dinero expoliado volvió a España cuando ya
estaba fuera del control, como si tal cosa de cara dura y
morro de barriada.
UN ALCALDE PARA EL QUE LA POLITICA NO ERA UN LUCRO
En aquellos años de la guerra incivil todavía no existían
los rápidos mecanismos bancarios de las transferencias en el
mismo momento de ordenarlas, como ahora ocurre. Creo que el
contexto está claro.
El alcalde republicano Antonio López Sánchez-Prado, además,
no sabía a ciencia cierta si el golpe de Estado iba o no a
prosperar. Los acontecimientos se precipitaron.
Pero, lo que es más, cuando lo asumió aceptó su “suerte” de
forma estoica. Se le avisó en los últimos momentos y él se
quedó en el Ayuntamiento porque entendía que él era el
capitán de la Casa del Pueblo.
Si esa Casa se derrumbaba él quería morir “libremente”
aplastado por el peso de los ladrillos de su pueblo legítimo
al que tan dignamente representaba. Cual Sansón en el templo
de Dagón.
Es verdad que la hora de su trágica muerte no le llegó en el
Ayuntamiento. Sin embargo, permaneciendo en dicho edificio
hasta las dos de la madrugada, fue allí donde sentenció su
fatal destino agotando cualquier posibilidad de escapar a la
acción represora.
Tuvo el tiempo mínimo suficiente para salir corriendo hacía
Tánger y dijo, así consta en las actas de su Consejo de
Guerra, que su suerte estaba junto al pueblo que le había
elegido.
Aguardó su suerte como si supiera de algún modo íntimo y
secreto que muriendo a mano de las balas de la incomprensión
entre hermanos de una misma nación, en la playa del Tarajal,
iba a ganar una vida espiritual de luz con el ejemplo de sus
hechos de trabajo y gestión ofrecidos, como un brindis
orgulloso, al pueblo de Ceuta.
Con el ejemplo de su modelo de ir por la vida como el médico
de los humildes y el alcalde de los pobres. ¡Qué bonito!
Impecable en su vida política. Impecable, también, en su
vida profesional de médico sobre la que les hablaré otro
domingo, si Dios me lo permite.
Inconmensurable, por supuesto, en su idea de que en la
política no sólo hay que ser coherente con unos principios
sino que así hay que proceder.
Elevó a la categoría de arte el ejercicio público de la
política. Dignificó lo que hoy en día tanto vividor se
empeñan en tirar por los suelos cubiertos de barro y fango.
Para el señor Sánchez-Prado, vivir del ejercicio noble de la
política, no era un lucro personal. Así lo entendía, así lo
entendió, así lo practicó. Vivió de forma totalmente
modesta, a pesar de ser el alcalde de nuestra ciudad.
Era lo que el pueblo esperaba del mejor e irrepetible
alcalde de Ceuta.
Se sabe, es sabido, que tiene sitio y lugar por oposición
ganada no a dedo, sino por méritos propios, junto al Ser
Único y Universal.
¡Qué grandeza de “hombre santo”! ¡Qué médico! ¡Qué político!
POBREZA ACREDITADA
A diferencia de tanto vividor como anda metido en la
política, a diferencia de tanto sinvergüenza, el alcalde
republicano de Ceuta no sólo no tuvo tiempo material de
“esconder” su patrimonio personal sino, lo que es más,
sencillamente no tenía nada que “ocultar” porque nada tenía.
Siendo médico y alcalde era, no obstante, pobre de
solemnidad.
Así queda demostrado y documentado en el excepcional libro
“Ceuta y el Norte de África”, del investigador Francisco
Sánchez Montoya. En el mismo, en su página 481 se recoge
textualmente:
- El 18 de agosto de 1936 –narra el señor Sánchez Montoya-
el juez teniente coronel Julián Simancas, envió un escrito a
las diferentes sucursales bancarias de la ciudad con el fin
de recabar información sobre el dinero que pudiera tener el
alcalde. Los bancos Español de Crédito e Hispano Americano
informan que no existe ningún depósito. La Cámara de la
Propiedad también informa que en sus registros no aparece
inscripción ninguna de finca. Por el contrario, el Banco
Popular de los Previsores del Porvenir contesta:
- En esta entidad existe una cuenta corriente a nombre de
Don Antonio Sánchez-Prado, con un saldo a su favor de
pesetas 19,50 (diecinueve pesetas con cincuenta céntimos),
que siguiendo las instrucciones de VS. Retenemos.- La citada
cuenta no ha tenido movimiento desde primeros de julio ppdo.
A la actualidad. Al mismo tiempo participamos a VS. Que en
nuestros libros no figura ninguna otra cuenta de dinero ni
depósito de valores a nombre del citado Sr.
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