La reina indiscutible del ‘nuevo fado’ luso, Dulce Pontes,
trajo ayer de su país el espíritu más clásico de su música y
el carácter más folclórico de los ritmos del medievo para
marcar elúltimo tramo de la agenda estival de las Murallas
Reales de Ceuta. Una mezcla sonora que provino de una obra
musical que está dividida en dos discos con diferente
registro. La heredera de Amalía Rodrígues dio un recital de
música intimista y soñadora, tal como ha venido haciendo
desde que comenzó su carrera. Su estrecho vínculo con el
fado no se rompió con esta nueva etapa de su trayectoria ,
sino que será reforzado con otro de los espectros clásicos
de la música portuguesa, el folclore tradicional.
En esta ocasión, el objetivo de Pontes fue transportar al
público a otros lugares que rodean las melodías en su país.
Un público que llenó el aforo del patio de armas de las
Murallas. para oír hablar de Portugal.
La artista centró su concierto en la presentación del disco
nuevo, aunque cedió el paso a algunos temas clásicos de su
disco ‘Focus’, que grabó con el célebre italiano Enio
Morricone.
El concierto fue un encuentro compasado con los 145 minutos
que duran los dos discos que integran su última obra.
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