Todos los partidos políticos se
preparan con vista a las próximas elecciones generales. A
igual que el resto de los “partidos” de la Liga de fútbol
española buscan refuerzos en el mercado del verano porque,
al contrario del fútbol, que buscan refuerzos en el mercado
de invierno, ellos lo hacen en el de verano. Sean en
invierno o en verano, todos los refuerzos son bienvenidos
porque ellos permitirán alcanzar el objetivo previsto. En
este caso el objetivo previsto, por los dos grandes
partidos, es la victoria en las próximas elecciones
generales.
Como dicen que el que da primero da dos veces, en esta
ocasión ha sido el Partido Popular el que se ha adelantando
a su rival, haciendo volver a sus filas a Rodrigo Rato que
lo tenía cedido al FMI donde, por lo que dicen los
entendidos, ha realizado una extraordinaria campaña. Los
populares al hacerlo volver cuentan en sus filas con el
hombre que mejor maneja el asunto de los dineros que, eso,
se quiera o no es de vital importancia para ganar una liga.
La reacción no se ha hecho esperar y el PSOE, en principio,
ha realizado cambios en la plantilla, dándole oportunidad a
quienes no habían participado como titulares del primer
equipo, sentando en el banquillo a quienes, hasta la fecha
del cambio, habían sido titulares indiscutibles ¿Bajo
rendimiento en los sustituidos o tratar de dar un aire
fresco al equipo?. Eso sólo lo sabe el responsable del
equipo.
Por cierto que, a igual que los populares, han hecho volver
al equipo a una gran figura, José Bono. El ex ministro del
Ejercito que abandonó la política hace quince meses no ha
dudado, en reintegrase al equipo para apórtele, al mismo,
toda la sabiduría que atesora.
Al parecer el que manda en el equipo le ha prometido ser el
presidente del Congreso. Cosa que no ha molestado lo más
mínimo al actual titular quien ha manifestado que no va a
competir con nadie para seguir en el puesto. Marín cree que
ese es un problema de Zapatero y Bono a los cuales, según
sus propias manifestaciones aprecia mucho.
Sea como sea, la verdad es que ambos partidos están buscando
refuerzos importantes para tratar, con ellos, de conseguir
la victoria final, que no está tan fácil como parece, ni
para unos ni para los otros. Van a ser ocho meses de luchas
titánicas, tratan de ofrecer a sus seguidores lo mejor de
cada uno de ellos y, por supuesto, tratando de atraerse a
todos esos seguidores indecisos que no saben a que bando
quedarse.
De momento, con la llegada del rey del milagro económico,
Rodrigo Rato, Rajoy ha contraatacado prometiendo la mayor
bajada de impuestos de la democracia.
De momento, con esta oferta de Rajoy se nota la llegada del
crack. El líder del Partido Popular subrayó en un almuerzo
con empresarios un nuevo marco de prioridades en que la
política económica ocuparía un lugar preferente. De esta
forma los populares, convierten esta bajada de impuestos en
su bandera electoral. Lo cual, y teniendo en cuenta que la
economía es la base del desarrollo de un país, los populares
han dado un golpe en la línea de flotación de los contrarios
que, por toda lógica, deberán lanzar un contragolpe que sea
efectivo.
|