El presidente electo de Melilla, Juan José Imbroda, que hoy
será investido oficialmente como tal, acepta referirse a lo
acontecido durante el último mes y medio en la vida política
de la ciudad como “un pequeño calvario”. Desde las pasadas
elecciones autonómicas, Imbroda (Melilla, 1944) y todo el PP
melillense han vivido a expensas del recurso electoral que
planteó el que hasta el 27-M era el principal partido de la
oposición, la Coalición por Melilla (CpM) de Mustafa
Aberchan, pidiendo la repetición de las elecciones total o
parcial de los comicios por un presunto fraude electoral de
los Populares en el voto por correo.
El pasado cuatro de julio, el Tribunal Superior de Justicia
de Andalucía (TSJA) puso fin a la historia al desestimar la
denuncia argumentando que para que prosperara “hubiese sido
necesario acreditar que en su mayoría o, al menos, en un
porcentaje elevado el voto emitido por correo fue utilizado
de forma fraudulenta o torticera, cosa que no ocurrió”.
“Todo fue una maniobra de unos verdaderos profesionales de
la manipulación y la calumnia”, aseguró ayer Imbroda en
declaraciones a este periódico, “que contaron con la ayuda
puntual de un fiscal sustituto al que le hicieron ‘picar’ en
su anzuelo y cuyos argumentos tiró a la papelera por dos
veces un Juzgado local y acabó desmontando el TSJA en un
fallo muy sustancioso”.
“Las del pasado 27 de mayo fueron unas elecciones más
ganadas que nunca en Melilla”, prosigue Imbroda, quien
reduce todo lo sucedido a “una artimaña” de Aberchan para
“justificar su fracaso político y el de su proyecto de
partido étnico”.
“Dos ejes” para esta legislatura
A pesar de todo, el senador se congratula porque “se ha
desmontado la teoría que CpM alentaba, al amparo de algunos
imames locales, de que los melillenses de origen bereber o
confesión musulmana debían votarles a ellos por el mero
hecho de serlo”. “Eso”, denuncia, “ya no tiene cabida ni en
estos tiempos ni en este país; ese voto cautivo y borrego no
encaja en la sociedad melillense y por eso estas elecciones
han sido las de la libertad, porque el colectivo de origen
bereber ha roto amarras”.
Entre líneas puede leerse la satisfacción del reelegido
presidente por el descenso en número de votos y escaños que
cosechó Aberchan en mayo. “Los comicios tuvieron una doble
lectura positiva para toda Melilla y para el PP en
particular: una, que nosotros subimos; dos, que CpM y su
política de enfrentamiento fracasaron estrepitosamente”,
analiza.
Ahora, a escasas horas de que hoy a mediodía acuda a su
tercera sesión de investidura en el Salón Dorado de la
Asamblea melillense a tomar investidura de su cargo y leer
su discurso político institucional, Imbroda se propone
asentar sobre “dos ejes fundamentales” su acción política.
El primero pasa por “consolidar” la “estabilidad política y
social que Melilla disfruta desde el año 2000 y que nos ha
permitido crecer espectacularmente y trabajar y gestionar
desde el Gobierno de la ciudad con eficiencia”. El segundo,
“seguir profundizando en que los melillenses deben optar por
una u otra opción política en los comicios que se les
presenten sobre criterios estrictamente políticos, no
religiosos”.
El paro, primera prioridad
En el ámbito más concreto, el desempleo será una “prioridad
absoluta”, como en Ceuta, para el Gobierno de Juan José
Imbroda. “No nos vamos a cansar de pedir a la Administración
General del Estado que compense la pérdida de Fondos
Europeos que ocasionará nuestra salida de las regiones
Objetivo 1 con su ayuda, su colaboración y su solidaridad”,
adelanta el parlamentario melillense, quien considera que
las dos ciudades autónomas “no podemos renunciar, por
nuestra posición geoestratégica y por la composición de
nuestras poblaciones, a que se nos otorgue el mismo trato
que otros países de la Unión Europea da a las regiones
consideradas ultraperiféricas”.
“Nos ha ido bien”
En esa línea, el presidente melillense apuesta por prolongar
y extender la acción política conjunta ante el Gobierno
central que ya desarrolló con su homólogo ceutí durante los
últimos cuatro años y que deparó, entre otros resultados, su
acuerdo con el Ministerio de Administraciones Públicas de
febrero pasado.
“Nos ha ido bien y no hay por qué variar esa línea de
trabajo”, opina Imbroda consciente de que “aunque no todos
los problemas y necesidades de Ceuta y Melilla son los
mismos, desde Madrid sí se nos ve como un tronco común”.
Y ese ‘tronco común’ debe, a su juicio, emplearse “a fondo”
para que la próxima legislatura sea “la de la equiparación
del régimen institucional de las dos ciudades con el resto
de regiones de España”. “No estamos hablando de equiparar
nuestro régimen al de Cataluña, sino de elevar nuestro
status jurídico al de Comunidad Autónoma y estar en pie de
igualdad con el resto de las Administraciones periféricas en
todo aquello que sea posible”, puntualiza. Imbroda también
enmarcó, como hizo Vivas recientemente, dicho proceso de
reforma “en la posibilidad abierta por el Gobierno de la
nación” y “bajo el consenso más amplio posible”. “La de ser
Comunidad Autónoma es una aspiración a la que nunca hemos
renunciado y que en esta legislatura debe materializarse”,
desea.
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