El Juzgado Número Uno de lo Penal de Ceuta sentó ayer en el
banquillo de los acusados a R.A y R.E.Z, por un delito
contra la salud pública. Los hechos ocurrieron el pasado 1
de julio en la Estación Marítima de Ceuta cuando los dos
acusados se disponían a efectuar el embarque en un ferry con
destino a Algeciras. El coche que conducía R.A, pese a ser
propiedad del otro imputado, fue detenido inmediatamente en
el control de pasajeros de la Guardia Civil tras dar
positivo por el registro realizado con el can.
Uno de los agentes de la Guardia Civil aseguró ante el
Tribunal, que pese a que la droga fue fácilmente detectada,
“con sólo palpar el depósito del combustible me di cuenta de
que existía un peso mayor del normal”, una persona que viaje
en el interior del coche “no tiene por qué saber que el
tanque de combustible estaba cargado de droga”.
Esta respuesta fue utilizada por el letrado de la defensa de
R.A para explicar al Tribunal que su defendido “no tuvo nada
que ver” con los hechos que se le imputan porque
“simplemente se subió en el vehículo de una persona que
conocía para viajar hasta su domicilio”, situado en
Alicante.
El propio acusado R.E.Z reiteró esta argumentación ante las
preguntas de la propia jueza y del Ministerio Fiscal,
insistiendo en que “él no tuvo nada que ver. Lo encontré en
la frontera del Tarajal y le ofrecí que me acompañara. La
droga es sólo mía e iba a cobrar por su traslado hasta la
península 4.000 euros”.
La sustancia de comisada ascendía a un total de 19.618
gramos de resina de hachís. El THC de esta sustancia era de
1,95 por ciento de pureza por lo que la Fiscalía solicita
para cada uno de los acusados una pena de 3 años y 4 meses
de prisión y el pago de una multa de 17.600 euros. El
letrado de R.E.Z, por su parte, solicitó al Tribunal una
pena de 1 año y 4 meses de prisión. El juicio quedó visto
para sentencia.
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