Es uno de los incombustibles y al
paso que lleva terminará legislatura al igual que el
presidente del Gobierno.
Para los que le conocíamos, aunque sólo sea por la cercanía
de su pueblo y el mío, él de Béjar y yo de Piedrahita, nos
pareció que su llegada podría ser de relleno en un gabinete
inicial, para luego ceder su puesto a otro de mayor
profundidad en cuanto a formación.
Los años han ido pasando, la legislatura va a terminar y el
ministro bejarano sigue ahí.
¿ Por qué hago hoy comentarios sobre Caldera? Lo podría
haber hecho ya hace tiempo, especialmente cuando los famosos
líos del archivo de Salamanca, tema en el que Cadera no
parecía pensar igual cuando, ni de lejos, pensaba que un día
sería ministro o cuando llegó el problema de verdad, y
entonces él ya era ministro y parte del archivo voló a
Cataluña. Hoy, sin embargo, traigo al Ministro de Trabajo y
Asuntos Sociales por el “anuncio” que hace de que : “ La
cifra de irregulares en España se ha reducido a 200.000”. Si
fuera esta la cifra ya sería para preocuparse y más un
Ministro de Trabajo, pero o dan muchas vueltas estos
irregulares, que aparecen por todas partes o el número es
mucho mayor, con lo que Caldera no está bien informado, o si
está bien informado y dice esto es, todavía, peor porque
estaría mintiendo y eso en la política española parece ser
el abc para seguir triunfando, cuando hemos visto en países
como Estados Unidos que a un presidente, a un buen
presidente, una inexactitud, o una mentira le costó salir de
la Casa Blanca, fue el caso de Richard Nixon.
Pero volviendo a Caldera, me sorprende que asegure que cada
vez son más los “sin papeles” que entran en territorio
nacional de forma legal.
No entiendo este trabalenguas, sin papeles, pero de forma
legal. ¿ Es que se puede entrar a este país, que todavía se
llama España, sin la documentación pertinente?. Si es así
estamos en un país de pandereta, al que puede llegar
cualquiera, estar descontrolado, hacer lo que le venga en
gana y luego ..., ni me lo explico, ni lo entiendo, ni, por
supuesto, lo acepto. Y no lo entiendo, ni lo puedo aceptar
porque yo he vivido un buen tramo de mi vida en Alemania, y
lo primero que tenía que llevar para trabajar, para estudiar
o para ir a dormir a una pensión, eran unos documentos en
regla, de lo contrario, al día siguiente hubiera estado en
la frontera, fuera del país, sin más.
Pero hay más, el día 27 de diciembre del pasado año, a eso
de la cinco de la tarde, hora de San Juan, o diez de la
noche, hora de Madrid, yo llegaba a la terminal del
aeropuerto de San Juan de Puerto Rico, tras descender del
vuelo de Iberia que nos llevó desde Madrid.
Lo primero, no había nada más, que tuvimos que hacer fue
pasar por el control policial, con pasaporte en mano, el
nuevo tipo de pasaporte, y ser examinado y controlado
totalmente. Es cierto que no nos causaron molestias, pero
tuvimos que hacer lo que el agente de turno nos mandaba. Son
sus leyes, estábamos en un país distinto al nuestro y
teníamos dos opciones, seguir las normas de ese país o
volvernos para España.
El número que da Caldera no lo está dando para informar, tan
sólo, lo hace para establecer comparaciones con la etapa
anterior a él ser ministro, con lo que “ los más de 700.000
irregulares que había cuando llegamos al Gobierno se han
reducido a un máximo de 200.000”, son sus palabras, a las
que añade :” el año pasado fue el primero, desde el 2000, en
el que hubo más entradas legales que ilegales”.
Yo sigo pensando lo que decía la pasada semana, ministros
como Caldera, fieles a su presidente, nos hacen creer que
estamos en algo así como:” Alicia en el país de las
maravillas”. Claro que si él lo cree y hay otras personas
que lo aceptan, habrá que seguir, aunque yo no me lo creo.
El señor Caldera debía desconocer que hace tres días, el
sábado por la noche hubo la última, o la penúltima,
detención de irregulares en territorio español, en Ceuta,
con la detención de 12 inmigrantes.
Para esto, Caldera o cualquiera de los que se crean sus
palabras dirán que eran tan sólo 12 y que eso no significa
nada.
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