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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 11 DE JULIO DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

“Religión de hombres honrados”
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Así definía el dramaturgo y militar español Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) a la tropa con la que estuvo alistado: “la milicia no es otra cosa que religión de hombres honrados”. Escribo esto a propósito del Líbano… y de los inhibidores. Se lo cuento al final.

Mientras hago el petate para largarme una temporadilla a la Península (igual que el coche de los “suecos” -¿se acuerdan?-, que viajó envuelto y precintado como un regalo a Madrid, donde los expertos escudriñarán en busca de cualquier huella hasta la última esquina del cenicero), reviso las últimas notas de campo que me remiten a marcar el calendario del 20 de julio, día en que aun desde mis cumbres norteñas se me va a acumular el trabajo: por un lado en Ceuta, a donde llegará (¿en barco, en helicóptero, haciendo surf, en patinete?) debidamente edulcorada y políticamente correcta (lo que sea, con tal de seguir abacorando al personal) la actual versión de la “Vanguardia Islámica” de Abou Islam, trasuntada en un apacible y fraternal personaje, de ojos claros y cara de mosquita muerta que viajará a la Ciudad Autónoma (¿se escribe así, no?) para despachar asuntos de fe y “flus” con sus “hermanos musulmanes” (en minúscula, el lector avezado ya me entiende). Y en Marruecos, porque ese día la Cámara criminal de la Corte de Apelación de Casablanca revisará el proceso judicial seguido contra Hassan Kettani y Rafiki, alias “Abou Hafs”, según había acordado en diciembre de 2006 la Corte Suprema. Por si no lo recuerda el lector, ambos fueron condenados en septiembre de 2003 (tras los atentados del 16 de mayo en Casablanca) a 20 y 30 años de prisión respectivamente. También habrá que hacerle un seguimiento a la solicitud del abogado del “yihadista” francés Pierre Robert (Abou Abderrahmán tras convertirse al Islam), condenado a cadena perpetua por el mismo motivo y para el que se solicita la gracia real a fin de que pueda ser trasladado, el pobre, a una cárcel francesa donde en principio debería seguir preso hasta que se pudra.

También llaman mi atención dos elocuentes movimientos de las autoridades del país vecino. Siguiendo un toque a rebato, están volviendo a Marruecos en el último trimestre toda una serie de cualificados elementos policiales dispersos por esos mundos: así y ya a primeros de mayo, viajaban desde los Emiratos Arabes Unidos los agentes y comisarios marroquíes contratados en dicho país para velar por la seguridad interna. El Reino Alauí cierra filas. Por otra parte y a fin de endulzar los emolumentos de las FAR (Fuerzas Armadas Reales) y cuidar a la tropa, está previsto en los próximos seis años abordar con un presupuesto inicial de 16 millones de dirhams la construcción de 80.000 viviendas en diferentes ciudades, siendo los primeros beneficiarios 1.800 militares de la Base Aérea de Salé. El 57% de los alojamientos irán destinados a efectivos de tropa, un 35% para suboficiales y el 8% restante para oficiales. ¿Una medida más de contención del perceptible y sutil proceso del síndrome de “iranización” que está haciendo mella entre los uniformados?. Quizás el proceso a la desmantelada célula terrorista de “Ansar El Mahdi” sea solo la punta del iceberg… Días pasados, un militar de la base aérea de Ben Guerir era detenido en posesión de cinturones cargados de explosivos listos para su utilización.

¡Ah, Líbano y los inhibidores!. Pues sí, ¿así que no había inhibidores para los vehículos de nuestras tropas desplazados en peligrosas misiones en el exterior?. Ya. Pues un buen número de ellos estaban almacenados en el Parque Central de Ingenieros de Guadalajara. Supongo que a beneficio de inventario o destinados oficialmente a los coches de nuestros generales… en la reserva.
 

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