Concluída la reunión de Toledo en
la que se han puesto sobre la mesa los problemas derivados
de la situación que soportan varias comunidades autónomas
españolas por la presencia de menores no acompañados
marroquíes, parece que la cosa pinta medianamente bien para
los intereses españoles después del análisis super optimista
de los representantes de la delegación española por la
“abierta colaboración marroquí en el asunto de la
inmigración”.
Andalucía y Canarias han estado junto a los representantes
del Estado en la famosa cumbre bilateral [en esta ocasión de
tercera fila]. A Cataluña no le hizo falta ni estar
fisicamente, ni que le representara la Secretaria de Estado;
ellos ya han acordado por su cuenta algunos convenios con el
vecino país.
Consuelo Rumí, que ha sido la cabeza visible por parte del
gobierno español, ha dicho en Toledo que “todas las regiones
españolas estaban representadas por la presencia de
representantes del Ejecutivo estatal”, argumento que empleó
cuando fue preguntada por la no presencia ni de Ceuta, ni de
Melilla. Al mismo tiempo replicó que era deseable
“responsabilidad política” en cuanto a las críticas vertidas
por la ausencia de las dos ciudades autónomas.
La pregunta es: ¿la responsabilidad política es callarse
para no cabrear al vecino con Ceuta y Melilla?. Está claro.
España gestiona con Marruecos asuntos bilaterales de calado,
de ‘gran’ calado. Es evidente. La colaboración siempre se ha
visto abrigada con emolumentos ‘razonablemente’ abonados
capaces de movilizar la estructura marroquí para ‘emplearse’
en la tarea de la colaboración.
Aún así se habla de que los consulados marroquíes
facilitarán la tarea de la repatriación y dinamizará el
procedimiento. De momento habrá que verlo, o habrá que
volverlo a ver, porque antes no valió este sistema, quizá
ahora el sistema esté mejor ‘engrasado’ y las piezas no sólo
encajen como deben, sino que hallen el perfecto engranaje.
Probablemente todo sea cuestión de engrase.
La Ciudad Autónoma, a verlas venir, a pedir que la próxima
vez se cuente con ella y a esperar que los menores
marroquíes en Ceuta, también sean repatriados.
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