El conflicto colegial en Ceuta continúa dando mucho de que
hablar. En la jornada de ayer el vocal de la Comisión de
Árbitros de Fútbol-Sala Antonio Escamilla (según la
Federación Ceutí de Fútbol cesado de su cargo hace ya varias
semanas) presentó un escrito en el que los árbitros
contrarios a la gestión de Antonio Soto, presidente del
Comité de Árbitros de Ceuta, ratifican “por unanimidad” a
Escamilla como representante de la comisión arbitral.
El motivo de esta ratificación es que no reconocen el “cese
ilegal dictaminado por el presidene del Comite de árbitros
en su celo de poder”. Por esta razón, el Comité de Árbitros
de Fútbol Sala se desvincula temporalmente de su matriz
hasta que Soto presente oficialmente su dimisión o, en su
defecto, los estamentos federativos, deportivos o judiciales
obliguen a su destitución por “las graves irregularidades”
sucedidas en relación a menores de edad en dicho Comité.
Así, la nueva sede de los colegiados de fútbol sala se
encuentra en el domicilio particular de Escamilla.
Rebeldes a Cózar
Del mismo modo, el grupo de 25 colegiados afines a Escamilla
han dejado claro que no reconocen el poder de Emilio Cózar
como presidente de la Federación Ceutí de Fútbol “por estar
inmerso en las irregularidades del Comité de Árbitros” y por
encontrarse actualmente denunciado ante la justicia
ordinaria y deportiva.
Como consecuencia de ello, y mientras persista la situación
que los disidentes califican como “vacío de poder”, la
Comisión se ha puesto a disposición de José María Oliveira,
Presidente del Subcomité de Fútbol Sala, para la configurar
la próxima temporada, tal y como acordaron el mismo y
Escamilla en reuniones mantenidas en los últimos días.
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