Discrepo, como no podía ser menos, de la cascada de noticias
ficción que se han ocupado de difundir los conocidos
periódicos pro-zapateristas del grupo del señor Polanco
(cuánto le debe deber a Zapatero este señor para que le
apoye con tanta fuerza) y La Vanguardia (de cómo la nobleza
se alía con el propio Diablo cuando se trata de “la pela es
la pela”), con relación al reciente Debate de la Nación. Era
de esperar, pero no por ello resulta menos impresentable que
se haya montado semejante patraña mediática para salvarle
de la quema al lider de los socialistas. Si ya comenté, en
otro escrito, la actitud servil y acomodatacia de las
huestes del PSOE en el Parlamento, previamente combinada
entre ellos para apoyar las frases oportunistas y
grandilocuentes del gran escenificador de bulos que es el
señor Zapatero; hoy, después de unos días de concluido el
debate y ante la forma sectaria, tergiversada y arribista
con la que, el noventa por ciento, de los medios televisivos
y escritos de la nación, con el inestimable apoyo del CIS (
“la voz de su amo” del PSOE); uno no puede menos de
preguntarse si, el debate que escuchó, es el mismo que, con
tanto bombo y boato, nos pretenden hacer creer que fue, con
páginas y páginas de alabanzas e informaciones televisivas
loatorias a las intervenciones de Zapatero y, por el
contrario, con tan limitadas y torticeras referencias a las
actuaciones del señor Rajoy. No creo haber presenciado una
campaña mediática más organizada y más claramente
beligerante contra el PP desde la, tristemente recordada, de
principios de marzo del 2004, que tan funestos resultados
tuvo para España.
Era evidente que el señor Zapatero se iba a ver envuelto en
un enredo difícil de resolver cuando el señor Rajoy le
espetase su fracasada negociación con la banda terrorista.
Para evitarlo acudió a su consabida táctica de no responder
a lo que se le preguntaba desde la Oposición y limitarse a
poner todo el énfasis de que era capaz en dolerse de que el
PP no le hubiera apoyado en lo que él llama, con absoluto
descaro, “lucha antiterrorista. Es una verdadera sandez
calificar de lucha antiterrorista a la más abyecta, desleal
y absurda negociación, de igual a igual, de las condiciones
en las que estaría dispuesta la organización abertzale a
dejar de matar; que ha tenido el nefasto resultado de
permitir la entrada de los etarras en las instituciones
municipales y autonómicas; ha supuesto ponerlos en
condiciones de llegar a gobernar Euskadi y están en camino
de lograr la anexión de Navarra. Debieron exigirle mucho
más, algo que Zapatero no puede darles y ellos le
chantajedaron con el atentado de la T4. Zapatero, engañando
a los ciudadanos, volvió a intentar negociar pero, como en
las anteriores ocasiones fracasó y, de nuevo, la banda
terrorista le ha amenazado, esta vez con la ruptura de la
tregua. Pero ETA ha empezado a largar. Han salido a relucir
reuniones celebradas en el 2000 y otrfas posteriores;
acuerdos en Suiza; actas sospechosas y todo ello puso a
Zapatero contra las cuerdas.
Sólo una escenificación minuciosamente preparada como la que
se ha llevado a cabo, con la colaboración de los
separatistas y el señor Llamazares (siempre en su linea de
Vellido Dolfos) ha permitido a Zapatero eludir contestar a
las preguntas de Rajoy y hurtar al parlamento y a todos los
españoles las famosas actas de las negociaciones que, con
toda seguridad, demostrarían la traición perpetrada por los
negociadores del Gobierno contra la unidad de España.
Porque, si no se trató más que de la rendición de ETA y de
la entrega de armas ¿por qué son tan remisos los del PSOE a
mostrar las actas que se les solicitan? Pero ni el católico,
derechista y aspirante a ministro, señor Durán Lleida, ni el
señor Mas ni, por supuesto, los del PNV (católicos,
apostólicos y romanos) podían permitirse apoyar al PP, ellos
debían continuar el contubernio que pacataron en el Tinell
aunque ello supusiera traicionar a España entera y a las
familias de las víctimas del terrorismo.
Es evidente que el plan, como ha venido ocurriendo en toda
esta legislatura, consiste en dejar que aparezca que el PP
se queda sólo y que todo el resto de partidos, por supuesto
los que se autocalifican como moderados, responsables y
pacíficos, le consideran un peligro para el buen gobierno de
la nación. Lo que sucede es que se olvidan de que el PP
representa (hoy seguramente muchos más) a unos diez millones
de electores y todos los demás, si excluimos al PSOE, por
muchos que sean representan a una porción irrisoria del
electorado y que, seguramente, ni existirían si no fuera
porque el señor Zapatero precisa de ellos para llevar a cabo
su política de tapar las evidencias, negar las realidades y
esconder los trapicheos para poder aspirar nuevamente a
gobernar la nación. Como siempre la estrategia de la
izquierda de la propaganda engañosa y el desprestigio del
adversario aunque para ello tengan que revolcarse en los
barrizales de las acusaciones falsas y las letrinas del
deshonor y la falacia.
Sin embargo no nos debemos olvidar de que nuestro Presidente
esta en manos de los etarras y más pronto que tarde los de
la banda van a mover ficha. Es probable que se les acabe la
paciencia y tiren del hilo del que tienen atrapado a
Zapatero para exigirle nuevas concesiones. Entonces puede
ser que nos enteremos de más cosas, puede que se vea
obligado a ceder más o, que no pueda hacerlo y salte la caja
de los truenos. Seguiremos de cerca sus actuaciones porque
los comicios se están acercando y los de la ETA lo saben y
también saben el apego que le tiene Zapatero al poder. Sin
duda podrá ser interesante esperar los acontecimientos que,
sin duda, se van a producir. Creo que a esta coalición de
conveniencia que une a Zapatero con todos sus sicarios
separatistas y comunistas les vendria bien la frase de
Virgilio cuando decía: “Mientras viva el rey la armonia es
en todos absoluta; una vez desaparecido aquel, la concordia
queda rota” Un aviso para navegantes.
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