Salvo la televisión marroquí y
contando con que pocos medios escritos publican el fin de
semana, magra y extraña ha sido la cosecha mediática en la
prensa del vecino país sobre la sorpresiva “cumbre” del
pasado viernes en el ministerio de Interior y la
consiguiente declaración de “Alerta máxima”: la edición
dominical de “Al Bayane” no dice ni pío, igual que el
oficioso “Le Matin”. Tan solo encontré entre la prensa
arabófona dos comentarios ayer: uno en “Ahdat Maghrebía” y
otro en el londinense “Asharq Al-Awsat”.
Ambos coinciden en los siguientes supuestos:
- Chakib Benmoussa convocó la reunión con urgencia, dándole
carácter de “emergencia”.
- Los atentados podrían ser inminentes, siendo uno de los
objetivos el sector turístico.
- La información (“muy fiable”) procede de países amigos
(intuyo que España y el Reino Unido tras las últimas
detenciones), así como de la obtenida en Marruecos tras los
arrestos de marzo y, en particular, de “Al Quimawi” (el
químico), el marroquí Al Houssaïni (actualmente en prisión)
quien a mediados de la década de los noventa habría
interrumpido sus estudios de química en la universidad
española para unirse a la “yihad” en Afganistán y, más
tarde, implicarse en la fundación y directiva del GCIM. Al
Houssaïni -según mis datos- habría reentrado en Marruecos en
febrero de 2.002, en compañía de Abdelaziz Habbouch.
- Entre la masiva llegada de MRE (marroquíes residentes en
el extranjero) podrían “colarse” elementos terroristas. Dato
que en sí no es nuevo.
Fuentes marroquíes han insistido también en la importancia
de la detención, en mayo, de Abdelaziz Habbouch (número 3
del GICM, “Grupo Islámico Combatiente Marroquí”, detrás de
Mohamed El Guerbouzi y el ya citado Saâd Al Houssaïni),
quien pese a las especulaciones habría permanecido escondido
en Marruecos desde mayo de 2003, si bien se le había dado
por muerto en la “yihad” afgana durante 2005. Habbouch
mantenía contactos telefónicos con el entorno del salafismo
yihadista en España y yo no descartaría una conexión con “el
chatarrero”, Mohtar Buyema, uno de los “históricos” del
oscuro movimiento “Tabligh” (base y cuna de conocidos
terroristas: desde Ben Laden a “El Chino”) en Ceuta y que
pudiera haber llegado a infiltrar a un familiar en las FAS…
Naturalmente otro dato a tener en cuenta derivaría de las
elecciones previstas para el 7 de septiembre, en las que no
dejaría de ejercer cierta influencia un atentado terrorista
perpetrado por el terrorismo islamista. Por otra parte el
pasado viernes tuvo lugar una de las sesiones del juicio
seguido contra Hassan Kattab y las 52 presuntamente personas
implicadas en la célula terrorista de “Anshar Al Mahdi”,
viviéndose ciertas tensiones según palabras de dos de los
abogados de la defensa (Mohamed Tarek y el influyente
Mustafá Ramid, parlamentario y representante del “ala dura”
del PJD), quienes habrían llegado (¿por qué…?) a solicitar
al juez la retirada de las cámaras de video instaladas en el
interior de la sala de audiencia. La próxima sesión tendrá
lugar el 29 de septiembre.
Finalmente y volviendo la mirada a la España peninsular,
constatar la desilusión vivida anteayer noche en Granada por
la no inclusión de “La Alhambra” entre las “Siete Maravillas
del Mundo”. Tampoco es para tanto y, si miramos bien el
“vaso” del concurso, veámoslo mas medio lleno que medio
vacío. Créanme y me remito al titular: “No hay mal que por
bien no venga”. Reflexionen sobre ello.
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