Este fin de semana, las playas de
Ceuta [Miramar y Tarajal] pudieron haber sido escenarios de
dramáticos sucesos de no haber sido por la rapidez y buen
hacer de los equipos de socorrismo que la Asamblea de la
Cruz Roja de Ceuta disponen a lo largo del litoral.
Y lo podía haber sido porque, algunos bañistas [todos ellos
menores de edad], desconocemos si sólos o acompañados por
mayores, no respetaron la simbología de precaución que se
establece en los distintos colores de las banderas que se
izan en los mástiles de las playas donde están presentes los
voluntarios de Cruz Roja. Y eso es un grave peligro.
Cuatro bañistas, el más pequeño de 7 años, tuvieron que ser
rescatados por los miembros de la ONG, algunos de ellos con
hipotérmia, todos asustados, e impresionados finalmente por
la fuerza del oleaje y de la consiguiente resaca que les
pudo, y les impidió retornar a la orilla. Algunos de ellos
lo pasaron realmente mal.
Este hecho, ha supuesto que desde la entidad se haya
insistido en varios puntos absolutamente necesarios. El
primero de ellos es que los ciudadanos conozcan la
simbología de los colores de las banderas, aunque el
principal sería el que la Ciudad Autónoma dictara una
ordenanza exigiendo el estricto cumplimiento por parte de
los bañistas de las precauciones debidas en función de la
bandera que se encuentre ondeando.
En no pocos municipios costeros del Levante español, es la
Policía Municipal la que exige ese cumplimiento y, en su
caso, puede incluso llegar a sancionar a quien no lo
respetase. Las medidas correctoras deben tomarse a la mayor
brevedad posible. Este pasado fin de semana, el oleaje de
Levante pudo acabar en tragedia. Cruz Roja había izado las
banderas amarilla en el caso del suceso de la playa de
Miramar y la roja en el caso de la del Tarajal, aún así
cuatro niños perdieron la posibilidad de retornar a la
orilla. La institución autonómica, a la sazón municipal, no
debe dejar pasar la ocasión, ahora que afortunadamente todo
quedó en un susto, de aprovechar para realizar las
iniciativas necesarias como para prevenir situaciones como
las vividas. En la ordenanza de playas no figura en ningún
punto el respeto debido a la simbología de las banderas.
Algo podrá hacerse para mejorar ese vacío que supone el
desconocimiento entre los bañistas y el peligroso
atrevimiento de algunos por no respetar estos signos que,
además, sirve para poner en riesgo la vida de quienes
intentarán salvarles en caso de accidente.
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