La selección española de waterpolo cerró el pasado sábado
con victoria su participación en la primera fase
eliminatoria de la World League que se ha disputado en
Budapest.
El equipo liderado por el ceutí Guillermo Molina,
recientemente fichado por el Brescia italiano procedente del
CN Barcelona, se impuso a Rumania por la mínima (8-7) para
cortar su mala racha de dos derrotas consecutivas ante la
actual campeona del mundo, Croacia, y frente al subcampeona,
la anfritriona Hungría.
Frente a los rumanos el combinado dirigido por Rafa Aguilar
planteó un partido muy serio que llegó a los minutos finales
con un apretado marcador. Finalmente, los españoles se
llevaron el gato al agua para conseguir su segunda victoria
en tierras húngaras.
El balance de la selección española en este torneo es de dos
victorias (en el debut ante Rusia y el anteriormente citado
frente al combinado rumano) y dos derrotas (Croacia y
Hungría). Unos resultados irregulares, aunque es de justicia
reconocer que ambos encuentros perdidos han sido frente a
dos de los equipos más potentes del planeta.
También hay que destacar que la competición ha servido para
que el seleccionador nacional probase a nuevos jugadores,
dándoles unos minutos de los que no gozarían normalmente en
un torneo de mayor prestigio y repercusión (España, al
contrario que otras selecciones, ya tiene el billete para
las Olimpiadas tras su medalla de bronce en el Mundial de
Melbourne ).
Además, éste era uno de los objetivos de Rafa Aguilar de
cara a dar forma al equipo que disputará el próximo verano
los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Para la cita asiática
Aguilar ha diseñado varios nuevos sistemas tácticos que ha
puesto a prueba en la ya finalizada primera fase de la World
League 2007.
La segunda fase será en Portugalete del 18 al 22 de julio.
Los dos primeros clasificados de este grupo pasarán a la
Súper Final del 7 al 12 de agosto en Berlín. El ganador de
la World League se clasificará para los los Juegos
Olímpicos.
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