Dos heridos de considerable gravedad, aunque no se teme por
sus vidas, fue el resultado de un espectacular accidente de
tráfico en el que estuvieron involucrados un automóvil y un
ciclomotor con dos ocupantes [que resultaron ser las
víctimas].
El accidente ocurrió alrededor de las cinco de la tarde en
el cruce de la Avenida Martínez Catena con Juan XXIII. Un
automóvil matriculado en Málaga con dirección hacia el
centro giró a la izquierda para acceder a la rampa de subida
hacia la barriada de Juan XXIII, sin percatarse -al parecer-
en la maniobra, de la llegada de un ciclomotor ocupado por
dos jóvenes cuyo piloto no pudo superar [probablemente por
un exceso en la velocidad] el obstáculo que le supuso el
automóvil cruzado diagonalmente en la calzada.
El golpe fue brutal. Todo indicaría que de los dos ocupantes
del ciclomotor, sólo uno habría llevado casco [el piloto],
de medio huevo y no atado.
El que peor parte llevó en el choque frontal fue el
‘paquete’ de la motocicleta. Salió despedido para golpear
con su cuerpo en el cristal de la luna delantera del
vehículo donde rebotó antes de caer al asfaltado gravemente
herido. El impacto, además de la fortísima contusión, le
provocó sendos cortes profundos en uno de los brazos y en el
rostro además del politraumatismo como consecuencia de los
golpes recibidos al quedar su cuerpo al antojo de la
inercia. Fue el peor parado.
El piloto, por su parte, tras el golpe voló literalmente por
encima del capó del Ford implicado en el accidente, aunque
el roce, probablemente, con la chapa, le causó una herida
incisa en el hombro izquierdo y salió politraumatizado
igualmente. Este herido sí pudo ser trasladado por los
servicios sanitarios. El primero de ellos fue evacuado del
lugar por un ciudadano que lo introdujo en su propio
vehículo contraviniendo las normas ante este tipo de
accidentes.
|