Estos días y con el consiguiente
berrinche del diligente y laborioso titular de la Plaza de
los Reyes, tanto la portavoz de la Ciudad Autónoma, Yolanda
Bel, como el líder de la oposición (UDCE-IU) Mohamed Alí y
el "necesario" PSPC, reprochaban al Ejecutivo de Rodríguez
Zapatero el “error”, la “oportunidad perdida” y el
“ninguneo” por parte del Gobierno de la Nación al no incluir
a Ceuta en la cumbre bilateral con Marruecos en Toledo, que
abordará entre otros asuntos el fenómeno migratorio
incluyendo el de los menores extranjeros no acompañados
(MENA). Para Ceuta, si las comparaciones son siempre
odiosas, llueve sobre mojado pues en la RAN (Reunión de Alto
Nivel) con Marruecos en septiembre de 2005 participaron
Andalucía y Canarias; en los encuentros bilaterales con
Francia de 2004 y 2005 asistieron Cataluña, Aragón, Navarra
y el País Vasco, mientras que en las tres cumbres celebras
con el país hermano de Portugal (2004, 2005 y 2006),
contaron con la voz de Galicia, Castilla-León, Extremadura y
Andalucía. Pero Ceuta es... Ceuta y el Reino de Marruecos
mantiene, "chuia, chuia", su irredenta pretensión de sutil
acoso... y derribo, si se tercia, cuando convenga. La
"soledad" ceutí es, como siempre he señalado, desagradable
"efecto colateral", consecuencia práctica del “descuelgue”
de Andalucía (a la que Ceuta siempre estuvo integrada), una
Andalucía que podría haber dado implícitamente el paraguas
administrativo para "estar ahí", aunque ahora en apoyo de
las tesis ceutíes el “taifa” Chaves no mueva un músculo.
Supongo que tras estas líneas el amable lector que tenga la
paciencia de seguirme desde hace años comprenda, ahora, mi
reiterativa expresión: "A más autonomía, menos españolidad".
Pero yo iba a contarles algo sobre el contexto de las
atinadas, perspicaces y prudentes palabras del embajador de
España en Rabat, Luis Planas, el pasado lunes en Tetuán:
Primero: "La inauguración del proyecto Tánger-Mediterráneo y
el crecimiento económico del norte de Marruecos es bueno
para España y bueno para la cooperación y las relaciones
bilaterales". Estamos de acuerdo. Algo por lo demás que por
mi parte y sobre el "superpuerto", ya había escrito en
Ceuta... en la primavera de 2002. Nada nuevo bajo el sol.
Segundo: "Ceuta deberá adaptarse, tras el proyecto
Tánger-Mediterráneo, al nuevo escenario. SI somos
inteligentes en ambas direcciones debemos tender puentes".
De acuerdo otra vez embajador, pero… ¿qué significa
"adaptarse"?.
Pero sigan porque hay más como advirtió, sibilino, el
embajador Planas: "La realidad es la que es". Pues claro.
Solo está por ver, tras el funcionamiento a pleno
rendimiento del superpuerto Tánger-Mediterráneo (y que
Gibraltar, territorio extracomunitario, se vaya agarrando
los machos...) y la finalización del Periodo Transitorio,
cual va a ser la postura al respecto (sobre Ceuta y Melilla)
del Reino de Marruecos, que estará condicionada por sus
propias circunstancias pues hay un axioma claro: "la
política exterior marroquí está en función de la evolución
política interna". Ver veremos, pero en la Ciudad querida
siguen sin querer enterarse...
¿La noche flamenca en Tetuán?. Soberbia. Así se lo dije,
antes de salir de las instalaciones del “Juan de la Cierva”,
al director del Cervantes en Tetuán, José Antonio Toledo:
"entre un ruidoso concierto de los Rolling Stones y el lujo
de espectáculo que nos trajiste... yo me quedo con el calor,
el estilo y el arte flamenco".
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