Se acabaron las quinielas, cada
uno está ocupando el lugar que les ha correspondido en el
reparto. Y todos, como debe ser, se han puesto manos a la
obra sin más dilación. Lo que sucede que ahora, con la
llegada de las vacaciones, todo quedará algo aparcado
mientras sus señorías se toman un merecido descanso,
regresando con renovadas fuerzas para tratar de cumplir los
objetivos previstos.
Nada hay tan relajante como un buen descanso a la orilla de
la playa y cargándose un par de cervezas en el chiringuito
correspondiente. Seguro que mientras sus señorías realizan
lo antes expuesto, están pensando en las múltiples cosas que
deben solucionar. Y, naturalmente, de esa forma no les va a
dar mucho fruto el veraneo que, además, terminarán cabreando
a la señora y a los niños que, cada día, les recordarán que
están de vacaciones y que se dejen de leches. Un consejo,
por si algunas de sus señorías lo quieren tomar, ante todo
no cabrear a la señora ni a los niños. Eso, en vacaciones,
es algo muy peligroso. Habrá, por supuesto, quienes no se
tomen vacaciones lo cuales un enorme error ya que, las
neuronas necesitan un descanso para volver a funcionar a
pleno rendimiento. Naturalmente habrá quienes en sus
cerebros no tengan alguna neurona disponible libre de
cualquier diarrea mental, y esos también necesitan
vacaciones. Que de todo tiene que haber en la viña del
señor.
Tenga o dejen de tener neuronas disponibles y libre de
diarrea mental, todos deben tomarse unas vacaciones para
recuperar fuerza y prepararse para lo que se avecina, que no
es moco de pavo. Pues aunque algunos o lo crean esta
legislatura, a pesar de lo que se haya dicho contigo pan y
cebolla, va a tener más dureza que la anterior.
Los contrarios o sea la leal oposición no van dar un segundo
de tregua al equipo de gobierno al que intentarán, por todos
los medios a su alcance, buscarle el punto más vulnerable
para atacarle por ese lado. Pensar lo contrario sería un
error. En la guerra como en el amor todo está justificado.
Así que cuidado, mucho cuidado y a tratar de fortalecer esa
parte más vulnerable que se tenga.
No sé por qué razón me dedico a dar consejos, cuando nadie
me paga nada por darlos a pesar de que, Aróstegui, siga
empeñado en que todos los periodistas estamos vendidos a
Juan Vivas. Servidor, diga este señor lo que diga, aún no a
visto ni un mal euro. Me tengo que hablar con el presidente
a ver si es posible que me dé algo, porque también necesito
unas vacaciones y mi banco amigo no está dispuesto a darme
un crédito mientras no pague lo que debo.
Siguiendo con lo nuestro sobre el asunto del punto
vulnerable creo, uno es así, que la oposición tiene pleno
conocimiento por donde tiene que atacar para que salte la
primera grieta de la fortificación y poder penetrar por
ella.
El único problema que va a tener la oposición es el de poder
encontrarse defendiendo ese punto vulnerable a alguien
aguerrido con capacidad suficiente para hacerles frente y,
de momento, impedir la entrada del enemigo por esa grieta
que existir, lo que se dice existir, existe.
Lo peor que puede pasar es que, el defensor de esa grieta
crea que no es necesaria ayuda alguna, él sólo se basta.
Adiós, tú.
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