El descubrimiento de más de 23.000
envases en Ceuta por parte de los servicios de inspección de
Consumo dependiente de la Consejería de Sanidad de la Ciudad
Autónoma, ha supuesto un éxito notable de prestación de
servicio a la ciudadanía.
Conocida la denuncia a nivel nacional tras ser detectada una
partida de dentífrico falso procedente de Sudáfrica los
servicios de Consumo en Ceuta se pusieron en marcha para
comprobar si en la ciudad pudiera existir la posibilidad de
que se encontrara el producto en cuestión. Y así fue.
El trabajo de los inspectores de Consumo dependientes de la
Ciudad Autónoma de Ceuta cuentan con una labor digna de ser
reconocida en tano en cuanto su tarea sea una constante en
pro de la defensa y protección de los ciudadanos por quienes
la institución local tiene la obligación de velar.
Sólo en una actuación sobre algunos minoristas se ha
detectado la presencia de una ingente cantidad de un
producto aparentemente falsificado y del que dieron aviso
las autoridades sanitarias españolas. El trabajo de la
Viceconsejería de Consumo en este sentido, notable. Ahora
deberemos incidir en el hecho de que de ‘motu propio’ [no
dudamos de que esto sea así], se controlen y se inspeccionen
comercios donde pueden sospecharse la presencia de artículos
bien falsificados, bien insalubres o peligrosos.
Es noticia habitual a nivel nacional la presencia de
artículos en venta que pueden ser seriamente perjudiciales.
Productos no homologados que pululan en determinados
negocios y en los que, sólo la falta de control sobre ellos
permite la proliferación de artículos que llegan a las manos
de los ceutíes y que son potencialmente peligrosos, siendo
de máxima preocupación los dedicados a los niños. Consumo
comienza notablemente sus actuaciones en este nuevo
Ejecutivo, es necesario que continúe y, además, dé a conocer
públicamente sus actuaciones. Más que nada para que el
comerciante que se atreva a ‘jugar’ con el consumidor ceutí,
se lo piense dos veces antes de hacerlo.
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