La conciencia y el lenguaje en el psicoanálisis son los
dominios del experto clínico Cristóbal Ponce. Defensor de
las controvertidas teorías freudianas dice entender el
porqué de tantos detractores, las razones por las que
numerosos expertos califican esta técnica psicológica de ‘pseudociencia’.
“Es normal por dos razones: el psicoanálisis viene a decir
que las personas no somos lo que creemos que somos y,
encima, subraya la importancia de la sexualidad para
cuestionar al hombre. Es muy duro de aceptar y genera graves
malentendidos”, resume.
Ponente en la segunda jornada del curso de la Uned ‘La
psicología en crisis’, su trabajo se centra en aplicar los
modelos de la psicoterapia, huyendo de las técnicas
ortodoxas del sí porque sí. “Trato de adaptar lo que me han
enseñado para que cobre un sentido. El psicoanálisis ha dado
muchas vueltas”.
Ese recorrido ha generado que en Estados Unidos existan
casos de seguimiento a un paciente durante veinte años. Un
desarrollo “envidiable” frente al que España “todavía se
encuentra en fase de divulgación de las teorías
psicoanalíticas” porque, según indica Ponce, los estudiosos
están adaptando los trabajos a los avances actuales, “pero
no se han producido proyectos de envergadura”.
A nivel nacional, los únicos que van más adelantados son las
asociaciones de psicoanalistas que, “debido a sus elevados
presupuestos”, se permiten disponer de una bibliografía y un
registro mucho más detallado. Madrid y Barcelona cuentan con
un colectivo afiliado al ente internacional, pero, a juicio
de Ponce, “son muy elitistas y no tienen interés en la
divulgación, sólo forman psicoanalistas en base a un
criterio demasiado partidista”. Estas asociaciones son
también de las que aún emplean el diván para tratar a los
pacientes, pero para Ponce es un instrumento que quedó “para
los anales de la psicología”.
Respecto a la cuestionada utilidad del psicoanálisis, el
experto de Sanitas lo tiene claro: “es un sistema que ha
evolucionado mucho y cuenta con las herramientas adecuadas
de observación”.
No obstante, también tiene palabras para las críticas
destructivas que deforman el sentido psicoanalítico, como es
el caso del valor simbólico de los sueños. La idea de que el
inconsciente define mejor al sujeto que el consciente es “un
disparate que se repite con mucha frecuencia”. Y concluye:
“las hipótesis se usan para evitar que el paciente sufra”.
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