La Jefatura Superior de Policía y la Comandancia de la
Guardia Civil mantienen sus operativos en permanente estado
de alerta.
Las respectivas brigadas de información se muestran muy
activas y desplegadas por los puntos ‘calientes’ en
prevención de cualquier situación no deseada y que tenga que
ver con las constantes amenazas lanzadas por la red Al Qaeda
que, por repetitivas, han sido consideradas por la
Comisaríua General de Información como de “amenaza real y
explícita” según constaría en un informe al que habría
tenido acceso El País y que destapó ayer el periodista, José
María Irujo.
En el informe policial se citan conclusiones como ésta: "Las
alusiones a la liberación de Al Andalus o de Ceuta y Melilla
no deben ser interpretadas como una simple reiteración
simbólica o genérica de amenaza, sino que, dado el número de
veces que se ha aludido en los comunicados de Al Qaeda en
los últimos meses a nuestro país, deben considerarse como
una amenaza real y explícita", informa el rotativo nacional.
Los analistas de la Policía, dice Irujo en su información,
reconocen que se ignora cuándo y cómo atacarán contra
España, pero apuntan a "la posibilidad de ataques
terroristas en el extranjero contra turistas o intereses
españoles". El caso de los turistas muertos en Yemen, o el
ataque sufrido por las tropas españolas en Líbano parecen
llevar el mismo hilo conductor.
Se trataría de dos ataques directos contra españoles fuera
de nuestras fronteras donde nuestros nacionales se
encuentran menos protegidos que en casa.
En un informe confidencial, los profesionales de la
información de la Policía Nacional habían alertado de
situaciones de riesgo evidente. En función de sus
‘predicciones’ y análisis; conociendo que parte de lo
alertado con anterioridad se ha ido confirmando, para
desgracia de los familiares que sufrieron la vuelta de los
suyos envueltos con la bandera de España, las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado en Ceuta se encuentran
permanentemente en estado de alerta.
Detección precoz
La Ciudad está practicamente tomada por los agentes
policiales, pero conocedores del trabajo operativo de los
funcionarios en la calle [que están dando el ciento por
ciento] tendrían que estar apoyados por un mayor número de
efectivos entre las unidades destinadas a detectar
precozmente cualquier atisbo de situación, digamos que
complicada.
Los que conforman los grupos operativos actúan con altísima
profesionalidad, pero en definitiva son los que son. Suelen
quejarse poco en relación a lo que supone un trabajo de 24
horas sobre 24 horas, inacabable, siempre alerta. Pero en
definitiva, aunque con la boca pequeña y por la importancia
que tiene en sí el asunto, algunos pedirían refuerzos para
las unidades encargadas de la detección precoz.
En el Reino Unido, los trabajos operativos y la labor de
información de Scotland Yard sirvieron para anticiparse a
los acontecimientos evitando una desgracia en el aeropuerto
de Glasgow. Las investigaciones inmediatas llevaron a la
detención de al menos ocho terroristas y la desarticulación
de una célula islamista instalada en Gran Bretaña.
En nuestro país, el nivel de alerta sigue siendo el mismo, y
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado permanecen
atentas ante cualquier sospecha pero, al hilo de los
sucedido en las últimas dos semanas con la consecuencia de
la muerte de varios españoles en el extranjero y que, en su
informe, predijo la Comisaría General de Información del
Cuerpo Nacional de Policía, la atención debería centrarse en
Ceuta y Melilla;dos puntos que también cita el informe como
posibles objetivos terroristas.
Si pese al informe emitido por la Policía, no se ha podido
evitar actos terroristas contra nuestros soldados y contra
nuestros turistas, la lección debería estar suficientemente
aprendida como para, en el siguiente paso del Estado,
procure que ni en Ceuta, ni en Melilla falten medios, ni
personales ni materiales.
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