Ricardo Aguilar es el director de Investigación y
Proyectos de la asociación internacional Oceana. Sus
estudios se desarrollan en Europa y actualmente está
embarcado en el ‘Oceana Ranger’ en busca de datos que
verifiquen el estado de los hábitats marinos más vulnerables
del Mediterráneo. A bordo del catamarán lo acompaña un
equipo de expertos submarinistas e incluso un robot para
realizar inmersiones de hasta 400 metros de profundidad
donde se conoce “muy poco” puesto que el hombre sólo ha
llegado a los 40 o 50 metros de profundidad. Adentrarse en
los secretos del mar es como “viajar a Marte, es casi todo
desconocido”. Aguilar pretende identificar lugares donde se
puedan encontrar hábitats vulnerables o de interés para
conseguir una protección. Actualmente existe un compromiso
de todos los gobiernos promovido por la ONU de defender el
10% de los ecosistemas marinos de todo el mundo, cuando no
llega 0,5 %.
Las comunicaciones con la expedición se producen en franjas
horarias muy determinadas. La señal telefónica es
intermitente en alta mar, pero al menos, durante unos
minutos los miembros de Oceana tienen vía libre para ‘volver
a la civilización’. En uno de estas breves treguas, Ricardo
atendió a ‘El Pueblo’. Los investigadores se encuentran en
la isla de Cabrera frente a la costa sur de Mallorca. Su
viaje les traerá al Estrecho de Gibraltar en septiembre.
Estáis investigando la existencia de hábitats
vulnerables, ¿tenéis datos al respecto en la zona del
Estrecho?
Toda esa zona es muy interesante porque tiene una influencia
atlántica y mediterránea al mismo tiempo. Entonces en esa
zona de transición se encuentran especies únicas y a veces,
especies que están solamente en esta franja. Una de las
especies más características de esta zona es el coral
anaranjado, es muy habitual. Se encuentra en otras zonas del
Mediterráneo pero especialmente en el mar de Alborán y en el
Estrecho. Es uno de los sitios, junto al mar de Alborán y el
golfo de Cádiz, que nos interesa porque además es de los
últimos lugares que quedan en el sur de Europa y en el norte
de África donde se pueden encontrar muchas especies que han
desaparecido en otros lugares como peces guitarra o los
peces sierra que ahora mismo están en extinción en todo el
mundo.
Ante esta vulnerabilidad de los ecosistemas marinos, ¿qué
amenazas consideras que existen actualmente?
Al mismo tiempo que estamos haciendo estos muestreos
obviamente encuentras la amenazas que existen, una de ellas,
-se da por lo general en todos los lugares- son las artes de
arrastre porque necesitan impactar muy fuerte sobre el fondo
marino. Es una de las cosas que estamos rastreando en el
Estrecho y el mar de Alborán y luego también, por desgracia,
las redes de deriva. En el caso del Estrecho, es una amenaza
que ya dura muchos años. En principio fueron pescadores
españoles, se prohibió y ahora son principalmente pescadores
marroquíes, los que están utilizando artes de deriva que
están acabando con muchas de las poblaciones ya no sólo de
cetáceos y delfines de la zona, sino también de tiburones y
otras muchas más.
¿Qué opinas del problema que existe con el atún rojo?
El problema se originado por la escasez. Los grandes
reproductores de atún rojo están disminuyendo de manera
alarmante. Hay una sobrepesca tremenda y de hecho, se había
propuesto el cierre de la pesquería del atún rojo para
permitir su recuperación. Pero por las presiones de los
gobiernos y los altos precios que alcanzan, pues no se ha
podido. A veces, pueden camuflarse los datos porque ha sido
un año bueno para juveniles pero lo que son reproductores,
están desapareciendo. Y esto sí que es tremendamente
preocupante porque estamos hablando de una pesquería que
tiene miles de años, sobre todo, con las almadrabas.
El Estrecho de Gibraltar es uno de los canales de
comunicación marítimos más importantes del mundo, ¿crees que
se toman medidas adecuadas para luchar contra la
contaminación que produce un tráfico tan intenso de buques?
Este es uno de los grandes problemas que esperamos que se
vaya mejorando porque estuvimos trabajando casi tres años
para que la Unión Europea aprobara un Reglamento que
impusiera sanciones duras contra aquellos que realizaran
vertidos al mar. Actualmente está reconocido que realizar un
vertido de aguas oleosas o hidrocarburos al mar es ilegal
pero el problema es que luego no había un reglamento que
estableciera las multas. Hasta que por fin, se ha aprobado
un reglamento con el que se pueden poner multas muy fuertes
incluso puede ser considerado como un delito con penas de
cárcel para el capitán o para el dueño de la Armadera, de la
carga. Esto puede ayudar a desincentivar lo que hasta ahora
ha sido bastante frecuente. La zona del Estrecho de
Gibraltar tiene unas carencias muy importantes a la hora de
controlar los vertidos mientras que en otras zonas de Europa
hay mucho más medios, hay sistemas de satélite, avionetas,
diferentes formas de controlar los vertidos y seguir a los
infractores. Por desgracia en esta zona se carece de estos
medios y muchas veces, los vertidos no los conocemos hasta
que no llegan a la costa y producen un desastre ecológico.
Entonces suele ser demasiado tarde para perseguir a los
infractores.
Se han presentado propuestas para crear un corredor verde
desde el Estrecho hacia el mar de Alborán, ¿crees que es
necesaria esta protección?
Hay una cosa que todos estamos de acuerdo. Una de las calas
más ricas que existen es el mar de Alborán. Es una de esas
zonas que por la influencia atlántica y mediterránea tiene
una diversidad enorme y es una de las zonas más
interesantes. Tienes fondos con volcanes de fango, montañas
submarinas, una riqueza realmente fascinante. Y ha habido
diferentes propuestas para proteger el mar de Alborán. Y ya
estamos hablando de negociaciones políticas no solo a nivel
de la Unión Europea porque ya entran Marruecos y Argelia
para poder llegar a acuerdos que sean verdaderamente
efectivos. Y esto desgraciadamente suele ser más complicado,
se tarda más tiempo en conseguirlo y es lo que está
demorando. Sería interesantísimo conseguir que toda esa zona
que hay entre el mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar
pudiera llegar a ser zona protegida porque justo la zona del
Estrecho hay lo que se conocen como fuentes hidrotermales,
que son zonas volcánicas en las que hay un gran interés
biológico y geológico. Muchas de ellas, carecen de esa
protección necesaria por esas dificultades políticas.
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