La tragedia de la violencia de género sigue sin poder ser
controlada por las autoridades pese a los recursos legales y
policiales implicados en la tarea. Durante los primeros
cuatro meses del año se han registrado un total de 82
denuncias de mujeres contra sus parejas o ex parejas por
este motivo, denuncias que en el mismo periodo han
conllevado un total de 14 condenas por delitos o faltas. Con
estos datos Ceuta sigue siendo, sólo por detrás de Melilla,
la región española donde más sucesos de esta índole se
registran en Comisarías y Juzgados, una tendencia que se
mantiene desde que comenzó el siglo, cuando el Instituto de
la Mujer cambió sus criterios de contabilización.
Así, en lo que va de año la ciudad registra una tasa de 220
denuncias por cada 100.000 mujeres, sólo superada por
Melilla (267) y por delante de Canarias, que con 207 casos
por esa misma población se sitúa en tercera posición.
De mantenerse esta misma proyección, la ciudad autónoma
terminaría el año con 246 denuncias, lo que términos
relativos la situaría, con 660 por cada 100.000 féminas, muy
por encima de los datos registrados en 2006 (595) y 2005
(600,6). La media nacional de denuncias se situó el año
pasado en 324 por cada 100.000 mujeres, casi la mitad que en
la ciudad autónoma.
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“Lo único positivo es la concienciación”
La responsable del Centro Asesor
de la Mujer (CAM) de Ceuta, Bibiane Berros, valoró ayer las
estadísticas ofrecidas por el Instituto de la Mujer sobre la
violencia ejercida sobre este colectivo por sus compañeros
sentimentales durante el primer cuatrimestre del año
destacando que “lo único positivo de unos datos que siempre
son negativos es el cambio que parece estarse registrando
tanto en las propias mujeres como en sus entornos en tanto
que no puede consentirse una situación de violencia”. “Se
denuncia más”, destacó Berros, “pero aún más importante es
que los entornos de las víctimas están animándoles a hacerlo
y a no soportarlo”. La directora del CAM se felicitó por el
hecho de que “las campañas de concienciación parecen estar
siendo efectivas”, aunque se mostró dispuesta a cambiar
“todo lo que sea necesario” en ellas “para que rindan frutos
aún mejores”.
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