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La llamada ‘Operación Verano’
activada por el Gobierno central con el objetivo de
incrementar la seguridad en zonas sensibles y estratégicas
para el Estado, se ha puesto en marcha con el refuerzo de
casi 4.000 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil en
diferentes puntos de nuestra geografía, en la que está
incluida Ceuta.
Básicamente será este el principal motivo por el que esta
misma mañana, y presidido por el delegado del Gobierno,
Jenaro García-Arreciado, con la asistencia del presidente de
la Ciudad, Juan Jesús Vivas, se reúne la Junta Local de
Seguridad.
En este encuentro de trabajo, en el que participará el Jefe
Superior de Policía, el Teniente Coronel de la Guardia
Civil, el Superintendente de la Policía Local y la jefatura
de la Policía Portuaria, [todos ellos con sus respectivos
responsables políticos y orgánicos], se buscará la
coordinación de actuaciones para dotar de la mayor seguridad
posible a Ceuta.
Las instalaciones portuarias, el helipuerto y todos aquellos
puntos susceptibles y sensibles merecerán los criterios
oportunos tendentes a procurar que el ciudadano se encuentre
seguro en la ciudad.
Efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se
repartirán el trabajo y contarán especialmente con la
Policía Local, además de con la Policía Portuaria,
respondiendo a un protocolo de actuación común para
funcionar como si de una sóla fuerza se tratara. Esa es
precisamente la clave del éxito.
La coordinación y la colaboración policial entre las fuerzas
y cuerpos de Seguridad del Estado, más sus auxiliares, son
la clave para que cualquier operativo funcione. Situación
que alcanza la excelencia, de contar con la colaboración
ciudadana, que también puede aportar una magnífica ayuda,
dando aviso de cualquier situación que, por sospechosa, le
llame la atención.
En Ceuta, los veranos tienen el añadido de la OPE y de la
Operación Feriante, que se incluirán en el catálogo de
actuaciones conjuntas y coordinadas a las que enfrentarse.
En estos precisos momentos, en los que, además, la banda
terrorista ETA ha dado por finalizado el alto el fuego; lo
que con el añadido de la amenaza terrorista de corte
islamista, convierte el particular escenario ceutí en un
punto de inflexión en el que los agentes de Policía
Nacional, Local, Portuaria y Guardia Civil, junto con sus
unidades y grupos operativos, deben dar la acostumbrada
buena respuesta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
