Laura Noemí, como reza desde ayer en el Registro Civil de
Ceuta, o sólo Noemí, como ella prefiere referirse a sí
misma, sigue siendo casi tan joven e igual de objetivamente
bella como hace catorce meses, cuando se puso el mundo por
mantilla y reclamó su derecho a no ser más nazareno en las
procesiones de la Hermandad a la que pertenece desde los
nueve años, sino vencer el “relativismo moral” de quienes le
negaban esa posibilidad y completar su transformación en una
“mujer plena”, como se siente desde que tiene memoria.
Ayer fue la protagonista de la primera modificación
registral de género que se ha efectuado en Ceuta, un paso
que en el plazo aproximado de dos meses le permitirá borrar
definitivamente de toda su documentación oficial su nombre
de varón. “Podré mostrar el DNI en el barco sin esconderme y
tendré más seguridad en mí misma”, adelantó minutos después
de pasar por los Juzgados en la sede del Consejo de la
Juventud, donde compareció a cara descubierta, por fin, tras
seis años de calvario.
A los trece años, contra viento y marea, otra transexual
víctima de las mismas burlas y abusos que padecía, le dio
las pistas necesarias para empezar a hormonarse por su
cuenta, un camino que ayer desaconsejó a cualquiera que se
encuentre en su misma situación.
Entonces, su madre, que como hace un año ayer seguía a su
lado, la llevó a Málaga y sacó de donde no tenía para
ponerla en tratamiento médico. Ahora lleva un año esperando
que el hospital Carlos Haya de Málaga la llame para realizar
la operación de reasignación de sexo que quiere practicarse.
Otro paso más.
“He sufrido mucho y sin mi madre no hubiera podido pasar por
todo lo que he pasado”, dijo Noemí ante los medios en un
homenaje público a quien nunca la ha dejado sola frente a
“las burlas y las risas cuando vas a buscar trabajo con un
nombre que no se corresponde con tu apariencia física, los
insultos, las agresiones...”, enumeró.
A su lado, dos miembros de la asociación LGTB (lesbianas,
gays, transexuales y bisexuales) ceutí ‘...y a ti qué?’ la
acompañaron en el trance mediático se felicitaron por los
cambios legales que han permitido eliminar los trámites
médicos, forenses, jurídicos y penales que eran necesarios
antes para realizar la modificación registral, burocracia
que se limita desde marzo pasado a presentar una solicitud
debidamente respaldada por un informe médico que acredite
que el solicitante padece una “disforia de género”.
No es, no obstante, el único síntoma de normalización social
del movimiento LGTB que aprecia el colectivo que preside
Miguel Blanco. “Desde la asociación hemos percibido una
buena actitud, incluso del PP”, recordó el portavoz del
colectivo, quien agradeció expresamente a los sindicatos UGT
y CCOO y al PSPC y a los Populares la ayuda económica que
les han brindado para poder asistir, el sábado, a la
manifestación que tendrá lugar en Madrid para celebrar el
orgullo lésbico, gay, transexual y bisexual y para “darles
caña” a los polacos, según bromearon.
Queda, no obstante, algún camino por recorrer en el ámbito
público: durante su rueda de prensa, los representantes de
‘...y a ti qué?’ pidieron a los periodistas, aunque Noemí
dijo no tener mayores impedimentos, que no mostrasen su
imagen. Dado que la experiencia, en su caso, es un grado,
este periódico decidió hacerles caso para prevenir nuevos
escarnios. Ojalá no sea necesario en ocasiones venideras.
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