La construcción del Palacio de Justicia en la zona de la
Almina y la necesidad de acreditar sus usos urbanísticos y
su protección ha despertado el debate sobre la denominación
de conjunto histórico de la zona y ha acelerado la
redefinición de los Bienes de Interés Cultural (BIC) de la
ciudad. Los técnicos de la Consejería de Cultura están
realizando esta labor actualmente. Expertos consultados por
‘El Pueblo’ opinan que la Almina “no debería tratarse” como
un conjunto que sino “habría que leer la cualidad de cada
una de los espacios” porque “no tienen nada que ver unos con
otros en el circuito completo” de la Almina.
“El cierre del Recinto Sur es un camino de ronda, no son
restos de defensa, salvo algunos puestos de vigía o torres
avanzada para ver los puestos de garita mientras que en la
zona norte proliferaron los pasos de ronda y zonas para
colocar cañones en el siglo XVIII y XIX”, argumentan las
fuentes consultadas por ‘El Pueblo’. En cuanto a la
redefinición de los Bienes de Interés Cultural es
“fundamental” establecer una jerarquía para determinar los
usos de las zonas de influencia. “O jerarquizar los niveles
de protección o todo es intocable”, sostienen.
|