El secretario general de la Federación de Enseñanza de
Comisiones Obreras, Antonio Palomo, apostó por “una
redistribución homogénea del alumnado” en los centros
escolares de Ceuta a fin de evitar la creación de “centros
gueto” que concentren a determinados colectivos de
extranjeros.
Por otro lado, el líder sindical y profesor, recordó que la
creación de “centros gueto” podría ser negativo tanto en el
ámbito de la convivencia como en el de las políticas de
integración.
Palomo apuntó directamente a la administración ministerial
educativa como garante del proceso de selección e
inscripción de los alumnos en los centros escolares. “Es
necesario que se apliquen de manera estricta los procesos de
escolarización. El Ministerio o la administración de turno
ha de ser riguroso e imparcial”, agregó el secretario
general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras.
Los datos de población escolar en la enseñanza no
universitaria en Ceuta del pasado curso 2006- 2007 indicaban
que la práctica totalidad de los alumnos extranjeros
matriculados estudiaban en centros públicos. Así, de los
quince centros que acogían a estudiantes de nacionalidad no
española (Juan Morejón, Rosalía de Castro, Príncipe Felipe,
Ramón y Cajal, García Lorca, Andrés Manjón, Juan Carlos I,
Ruiz Picasso, Reina Sofía, Lope de Vega, Valle Inclán, José
Acosta, Vicente Aleixandre, Almina y Santa Amelia) ninguno
responde a la educación privada o concertada.
Palomo manifestó en que desde su sindicato se seguirá
insistiendo en la “homogeneización del alumnado” para los
centros públicos y privados concertados ya que ambos
funcionan a través del dinero público de los contribuyentes.
Matriculaciones en los centros
El representante sindical se mostró conocedor de la
tendencia de los padres españoles a matricular a sus hijos
en centros concertados o en centros públicos por su
prestigio aunque estén fuera de zona. Así, Palomo dijo que
cada familia puede elegir en qué centro matricular a su
hijo, pero debe ser la administración la que ha de velar
porque sea un proceso justo y no se cree indefensión.
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