En nuestro país es obligatorio educar a los hijos, pero no
llevarles al Colegio. Tanto la Constitución Española como la
declaración de los Derechos Humanos reconocen la enseñanza
básica-actualmente Primaria y ESO- como obligatoria, así
como el derecho de los padres a elegir el tipo de educación
que desean para sus hijos. Sin embargo, la ignorancia ha
provocado en ocasiones denuncias a familias de niños no
escolarizados, por parte de los propios vecinos.
En nuestro país existen unos cuatro mil niños que no van a
la escuela. Por decisión de sus padres estudian en sus
hogares o en Colegios no reglados. En realidad son pocos, en
comparación con países como Estados Unidos, donde más de dos
millones practican el “homeshooling”. Algunos padres piensan
que “el sistema educativo es un fracaso, pero se amoldan a
él. La educación estatal está orientada a imponer una horma,
una funda para que vayas como resto”.
Las consultas de los psicólogos están llenas de chavales que
no pueden aguantar la presión escolar, que sufren acoso y
malos tratos por parte de sus compañeros o de los propios
profesores. No existe una barrera entre lo escolar y el
tiempo de ocio. Los niños no están deseando que lleguen las
vacaciones ni el fin de semana.
Como nuestros niños, hay otros muchos que no acuden al
Colegio en todo el mundo. Y no por dejadez, falta de medios
o pereza, sino por decisión consciente de sus padres. Es una
opción reconocida por la ley en países como Canadá, Reino
Unido, Nueva Zelanda, Francia, Estados Unidos (uno de los
países pioneros del Homeschooling o educación en casa).
Al calor de Internet han surgido varios grupos de discusión
y colectivos de padres de todas las Comunidades Autónomas
que han decidido no escolarizar a sus hijos. Dos
Asociaciones les atienden: la Asociación para Libre
Educación y Crecer sin Escuela. Por otra parte existe un
Programa Especial de Educación a distancia, que asigna a los
padres la lista de libros que deben seguir y los
conocimientos que el niño debe adquirir, con exámenes
trimestrales similares a los realizados en el Colegio. Y,
además, una sucursal de la Escuela norteamericana Clonlara,
pionera en la educación a distancia, que abrió una sucursal
en España.
Los padres que están comprometidos con la no escolarización
de sus hijos defienden que los niños aprenden por sí solos y
que el papel de los progenitores debe ser asesorar y no
imponer; “Aprender a decidir, a mandarse a uno mismo cuando
nadie te dice lo que tienes que hacer, es la lección más
difícil e importante”.
“Más que convertirse en sustitutos de los maestros, muchos
de estos padres fomentan el aprendizaje autodidacta de sus
hijos, facilitándoles los medios para satisfacer su
curiosidad natural”.
En la escuela a distancia Clonlara, se utiliza el método
Kumon, para aprender Matemáticas, un sistema inventado por
un japonés para el cálculo a distancia. “Cada tema nuevo
viene acompañado de pistas y ejemplos para resolver
ejercicios. Así, el niño se acostumbra a deducir y razonar,
adquiere los conocimientos por propio esfuerzo, de una forma
duradera”.
En resumen, conviene destacar que los conocimientos básicos
en materia educativa (lectura, escritura y las cuatro reglas
matemáticas básicas), que servirían de herramientas al niño
para todo el proceso de aprendizaje hasta el final de su
vida académica, son algo extraordinariamente sencillo de
enseñar en casa.
En cuanto a lo que la pedagogía moderna llama “socialización
del niño”, las pruebas psicológicas realizadas a niños de
uno y otro sistema, arrojan el sorprendente dato de que el
Homeschooling no sólo no restringe las facultades de
interrelación social del ser humano, sino que incluso los
fenómenos de retraimiento y asociabilidad son más frecuentes
en los niños que asisten a la escuela convencional que en
“la escuela en casa”.
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