Tercer título en lo que va de
temporada, y cuarto en poco más de un año. Ha sido el equipo
revelación que ha dejado sorprendido a medio mundo, y es,
cara al futuro, la entidad a tener en cuenta de verdad.
El ambiente en el Santiago Bernabeú era muy bueno, y a pesar
de ser en la Comunidad de Madrid, los graderíos se dividían
al 50% para cada equipo, con un Getafe que era, en esta
ocasión, el primer equipo madrileño y que plantó cara y creó
ocasiones, pero no supo finalizar.
Desde hace una docena de años, ya no se reparten “el
bacalao” futbolístico sólo dos equipos Madrid/ Barça. Han
llegado otros que están animando las competiciones, y hacen
más variopinto el mundo del futbol español.
Primero fue el “Super Dépor” de Arsenio y Lendoiro, luego
fue el Valencia de Benítez y ahora es el Sevilla de Juande
Ramos y el señor del Nido.
Frente a ellos han aparecido otros de los que yo llamo de
“amagar y no dar”, Zaragoza, el propio Getafe, Español ...,
y poco más, porque dos históricos rojiblancos llevan muchos
años jugueteando con el descenso, el Atlético de Madrid lo
logró ya y le costó dos temporadas volver a ascender, y el
Atlético de Bilbao este mismo año ha estado en peligro hasta
la última jornada, sin saber si se quedaba o se iba a
segunda, categoría en la que nunca ha militado.
Toda esta revolución de los últimos 15 años ha venido
motivada por una cuestión previa, el dinero que llegó de las
televisiones y otro tipo de publicidades. Este dinero, bien
administrado y sabiendo rentabilizarlo, ha llevado al
Sevilla a estar arriba, llevó al Coruña a dejarse ver, pero
también ha llevado a los que lo han despilfarrado, a estar
en la ruina.
Y es que al ,olor del dinero fresco llegaron muchos
advenedizos, los especuladores de otros terrenos se asomaron
a los estadios y tenemos un ejemplo palpable, el Atlético de
Madrid que no levanta cabeza, con uno de los “presupuestos”
más elevados de la primera división.
Los dos grandes, aunque con algún bache, han seguido siendo
grandes, Madrid y Barça pueden estar dos o tres años sin
nada, pero al final vuelven a su sitio. Los débiles de
siempre, salvo si logran un fichaje que inesperadamente da
más resultado del previsto, andan deambulando por los
puestos de cola y luego los equipos revelación, que, al
menos, se aseguran unos años de gloria y se dejan ver
durante varias temporadas.
Tras hacer un recorrido por la situación actual y por las
sorpresas que cada día son menos sorpresas, volvemos a ver
que aquí no hay milagros, ni tampoco “dos más dos” son
cuatro.
Aquí triunfa el trabajo bien hecho y la organización de
Monchi, en el Sevilla, sin decir palabra, pero sin dejar
escapar nada de lo que pasa por su puerta, ha llevado al
equipo de Nervión a establecer un verdadero record.
Y al hablar de Monchi he dicho que él trabaja, no habla,
algo muy distinto a los parlanchines sudamericanos, tipo
Valdano o Cappa, que parecen haber descubierto el futbol,
cuando todavía “no han vendido ni una escoba”. Y que nadie
me venga con camelos, porque nadie habrá tenido a su
disposición tanto como se le puso a Valdano en el Madrid
cuando fue entrenador y cuando tuvo que formar equipo con
Florentino Pérez, pero se encontró además con que acertada o
desacertadamente era el presidente el que hizo los grandes
fichajes. El tragó, cobró y luego se fue.
En cuanto a Cappa ¿Qué podemos decir?, que fue el segundo de
Valdano, que luego ha tenido dos o tres cositas por ahí, de
fracaso en fracaso, y poco más; el piquito listo, eso sí y a
lo sumo mostrarse como alguien muy preparado, en teoría, sin
haberlo demostrado sobre el rectángulo de juego. Para mí
este sujeto:” cuando Dios hizo la luz él debía ya tres
recibos”.
Al final, la temporada ha acabado, en ella hubo de todo,
emoción toda, sorpresas la del Madrid ganando la liga, y
como este no es año de mundial, ni de Eurocopa, las
vacaciones para todos van a ser más largas de lo habitual.
Luego ya llegará la liga con esta competición de 20 equipos.
¿ Para qué tantos? Es lo que nos venimos preguntando.
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