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OPINIÓN - MARTES, 26 DE JUNIO DE 2007

 
OPINIÓN / EDITORIAL

El Estrecho, parque natural marítimo protegido

La concienciación sobre la protección del medio natural empieza a girar la mirada, afortunadamente, al mar. Los espacios naturales de los fondos marinos que nos rodean, especialmente a Ceuta, son ya considerados como de privilegio por cómo prolifera la vida de varias especies que deben ser altamente protegidas.

De hecho se declarará ‘pasillo azul’ a una amplia zona que parte desde Punta Almina hasta el mar de Alborán. En cualquier caso, las autoridades medio ambientales empiezan a considerar que, del mismo modo que el cambio climático afecta a la superficie de masa terrestre, el mar sufre las secuelas del mismo, al que añadirle directamente el efecto dañino del hombre que ha provocado, entre cuestiones, la casi desaparición del atún, el cuasi esquilmado de la tortuga marina, o el daño irreparable a los cetáceos que varan moribundos en exceso en las costas próximas del Estrecho.

En definitiva, asuntos en los que directamente ha obrado la mano del hombre [con un efecto posterior en forma de plaga de medusas que han proliferado por la carencia de especies depredadoras como el atún, o las tortugas...].

Ahora, se inician los pasos tras la preocupación que comienza a producirse entorno a la protección de las especies marinas en lugares que tienen el sello de privilegiados. La isla de Cabrera es un espacio protegido, las islas Cies gallegas también; el Estrecho de Gibraltar ya lo es igualmente. El hecho de que este canal, que une el mar Mediterráneo con el océano Atlántico, sea el segundo de mayor tráfico del mundo por detrás del Canal de Suez, lo convierten en un espacio complicado para la pervivencia de especies tradicionalmente vinculadas a este área como los cetáceos. Por su parte, el atún rojo se encuentra fuertemente amenazado. La ya de por sí cada vez menos presencia de este túnido, obliga a una pelea veraniega entre el hombre y la orca, sin que ninguna administración se interponga mediante mandatos de paros biológicos. Pescadores marroquíes, españoles, franceses, japoneses... ya están a la espera de la caza, que se efectúa sin control alguno frente a las aguas de Ceuta o frente a las aguas de Tarifa.

La denominación de espacio protegido puede ayudar a la regeneración natural de especies afectadas gravemente por la acción del hombre y sus, a veces, malas artes de pesca.
 

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