La alerta social que la plaga de medusas ha levantado en los
últimos dos veranos llegará a su fin muy pronto, según el
veterinario ceutí, Álvaro García de los Ríos. El experto
resta importancia a la ‘invasión’ de la que tanto se ha
escrito porque simplemente responde al “ciclo natural de
este animal” y por lo tanto, la solución para la molestia
que suponen las picaduras de medusas para los bañistas no es
otra que la paciencia. “Lo mejor es dejar que acabe el ciclo
de reproducción, que no deja de ser un ciclo natural aunque
también es algo inducido por el hombre, por el cambio
climático”, explica.
Ciertas especies se reproducen masivamente de forma que tal
nivel de descendencia asegure un tanto por ciento y por lo
tanto, la supervivencia de la especie. García de los Ríos
asegura que este año “ya han llegado menos ejemplares” y que
es un hecho “comprobable”.
Come medusas
Una de las soluciones que la Administración central ha
planteado es la cría en cautividad de tortugas bobas,
predadoras a priori de las medusas, para mantener a raya a
estos animales en el Mediterráneo. La Junta de Andalucía se
ha interesado mucho por este proyecto porque sus costas, al
igual que las ceutíes, han registrado un sin fin de
asistencias sanitarias debido a las picaduras. La
administración andaluza consultó a una serie de expertos,
entre ellos, a García de los Ríos, quien emitió un informe
negativo. “Nos preguntaron a una serie de expertos si habría
la posibilidad de usar a las tortugas marinas, en concreto,
las bobas. Nuestro informe ha sido negativo porque sabemos
que las tortugas bobas no consumen medusas aquí. Después de
haber abierto un millar de ejemplares puedo asegurar que
aquí no comen medusas”, reitera.
La Ciudad Autónoma de Ceuta también se planteó en algún
momento llevar a cabo esta iniciativa, según comenta el
veterinario, cuya especialidad dentro de su Doctorado es
precisamente la alimentación de tetrápodos marinos en
general y de tortugas marinas, en particular.
Observatorio de medusas
El Ministerio de Medio Ambiente, consciente de la alarma
social que ha propiciado la proliferación de medusas en el
Mediterráneo, ha puesto en en marcha un observatorio a nivel
nacional con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre
esta especie y reducir en la medida de lo posible los
efectos que su presencia tiene sobre los bañistas. El futuro
‘Centro de Conservación de fauna norteafricana’ que proyecta
García de los Ríos en Ceuta participará en esta red nacional
“para verificar, cuantificar empíricamente estos hechos”.
Pescadores, biólogos, veterinarios y aficionados forman una
red de avistadores para la detección temprana de las
medusas, ofrecer información a los ciudadanos e identificar
la presencia de basuras flotantes en las costas españolas.
“El Mediterráneo puede ser muy distinto. Tengo constancia
por algunos compañeros de que las tortugas pueden estar
consumiendo medusas o más que aquí, pero en Ceuta desde
luego se está viendo que la curva está descendiendo”,
afirma.
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