El máximo responsable de la Unión de Comunidades Islámicas
de Ceuta (UCIDCE), Laarbi Maateis, expresó ayer su
“agradecimiento sincero” al Gobierno central por su “buena
voluntad” hacia las reivindicaciones de las confesiones
minoritarias del Estado después de que las Comisarías de
todo el Estado hayan comenzado a aceptar desde esta semana,
tal como informó ayer este periódico, que las fotografías
del Documento Nacional de Identidad puedan tomarse “con la
cabeza cubierta por cualquier pañuelo, toga o prenda que
imponga la confesión religiosa” siempre y cuando el óvalo de
la cara quede descubierto desde el mentón hasta el
nacimiento del cabello.
“España es, desde nuestro punto de vista, un Estado
aconfesional y de Derecho en el que está garantizada la
libertad religiosa, de opinión y de expresión, y esta
decisión lo refrenda”, argumentó Maateis, quien rechazó
cualquier interpretación de la nueva Instrucción dictada a
las Comisarías en la que se señale que el Gobierno “ha
cedido” ante la comunidad musulmana.
“Aquí no ha cedido nadie, simplemente se ha respetado la
legalidad vigente”, subrayó el representante de la UCIDCE,
que recordó que la medida “también beneficia a las monjas o
a la comunidad hindú”. Además, Maateis destacó la
“contracción” que a su juicio existe entre el Real Decreto
1553/2005 que regula la expedición del Documento Nacional de
Identidad y sus certificados de firma electrónica y la Ley
Orgánica 7/1980 de Libertad Religiosa y el Acuerdo de
Cooperación del Estado español con la Comisión Islámica de
España de 1992.
“Ambas leyes fueron aprobadas por el Consejo de Ministros,
por el Rey y por las Cortes Generales, por lo que gozan de
toda la legitimidad popular y deben ser respetadas”,
concluyó Maateis.
Como hace once meses
El Ministerio de Interior aprobó a finales de julio del año
pasado una normativa similar a la distribuida ahora en todas
las oficinas expedidoras del DNI en la que también se
consentía el uso de prendas como el hiyab “en aquellos casos
en que determinadas prácticas, creencias u órdenes
religiosas obligan a la ocultación del pelo y los lóbulos de
las orejas”. Como ahora desde el pasado martes, los rasgos
que se consideraba necesario dejar al descubierto para
permitir una identificación sin obstáculos eran la frente,
las cejas, los ojos, la nariz, los labios y el mentón.
“Tuvimos un problema similar al vivido durante las últimas
semanas en febrero del año pasado, cuando la Comisión
Islámica y la UCIDE recibieron el apoyo del Defensor del
Pueblo para primar el derecho a la Libertad Religiosa y a su
práctica sobre el Real Decreto que regula la expedición del
DNI y que no fue pactado con las confesiones minoritarias”,
recuerda Tatary.
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