Eso es lo que parece deducirse en los primeros compases de
la legislatura que empieza su andadura.
Es lo mejor que puede haber, para que los que por su mayoría
puedan trabajar con normalidad, y los que van a ser una
oposición leal puedan aportar algo y sus nombres o el de sus
partidos no sean un simple emblema para cuatro años.
Aquí, todos quieren dejarse ver y eso es bueno. Tal es así
que desde IU su representante aquí en Ceuta nos recuerda a
todos, y muy especialmente a quienes escribimos o hablamos
en los medios de comunicación, que es incorrecto hablar solo
de UDCE puesto que este partido está en coalición con IU,
por lo que habrá que hablar de UDCE/ IU. Así es mejor para
todos.
El PSOE, que en épocas pasadas, no parecía estar de acuerdo
en nada con el gobierno del PP, también ha recibido el
mensaje que le envía el electorado, y su actuación, con las
discrepancias precisas, será muy distinta de como ha sido
hasta hace poco tiempo.
Y no es extraño, en primer lugar, por lo que acabamos de
comentar y además porque los dos concejales, que se sientan
en sus correspondientes escaños, han llegado por un camino
que no esperaban, aunque no por ello haya que restar
legitimidad alguna. Los dos concejales del PSOE están ahí
con todos los derechos y todos los deberes que tiene
cualquier otro concejal.
La coalición UDCE/ IU puede ser otra cosa muy diferente, lo
primero porque IU es un poco el Puente para poder acercarse
a las altas esferas nacionales, cosa que UDCE por sí solo no
podría llegar igual.
Pero además el partido de Mohamed Alí en esa idea que tiene
de no cerrarse ninguna puerta, tiene que actuar de forma que
no discrimine en sus acciones o sus peticiones a barriadas
como El Príncipe o Benzú, con respecto a la Calle Real, por
ejemplo. Si logra, que lo puede lograr, que el partido UDCE
se vea como un partido localista más, sin duda que, tendrá
porvenir. Si por el contrario, a pesar de sus intenciones,
los votantes no lo ven más que como un partido dirigido a
los musulmanes, en dos legislaturas podría haberse
descompuesto.
No me cabe la menor duda de que Mohamed Alí hubiera aspirado
a una de las vicepresidencias, pero en política para que
alguien dé algo es que espera recibir después mucho más de
lo que ha dado, y como tal están ahora las cosas, con esa
mayoría tan aplastante del PP, 19 de 25 concejales, alcalde
incluido. Los que lo tienen casi todo no quieren soltar nada
y es algo que, en repetidas ocasiones, lo hemos visto y lo
seguimos viendo en política, a todos los niveles.
Partiendo de aquí, y no es poco, el que se empiece con
cordialidad y buenas formas es el principal punto para
prever que durante una legislatura más, Ceuta no va a
aparecer en las portadas por acciones fuera de las normales
en la marcha de las distintas facetas que hay en un gobierno
tan complejo como el ceutí.
Y ya que hablamos de gobierno y de complejidad bueno es
recalcar que en este caso no debe haber trauma, ni corte
alguno, respecto a la pasada corporación.
Hace unos días yo comentaba en mi columna diaria que aquí lo
que tenemos a partir de ahora mismo es un punto y seguido de
lo que hubo anteriormente, por cuanto más del 70% de los
miembros que se sientan en los escaños de la Ciudad Autónoma
ya estaban anteriormente y por tanto conocen la marcha de
todo lo que se iba haciendo y se va a continuar.
Es curioso que únicamente en el PSOE los dos concejales son
“nuevos en la plaza”, mientras que en UDCE hay quien repite,
y en el PP repìten bastantes, aunque haya algunos que hayan
cambiado de departamento.
La ruptura, afortunadamente para Ceuta, no se ha vuelto a
dar en las directrices de la ciudad desde hace seis años,
cuando el GIL que llegó arrasando, se rompió por su mismo
centro y hubo algunos listos que prefirieron “pasarse al
enemigo” antes que seguir en las siglas por las que se
habían presentado.
Lo que más puede agradecer Ceuta a Juan Vivas y a su equipo
es que ha frenado que cualquier grupo de aventureros se
instalara aquí en busca de un chollo como el que era Ceuta
para aquellos que fijandose en la Marbella del momento
quisieron hacer aquí un monstruo con los pies de barro que
se hubiera derrumbado en cuatro días.
Y ¡¡Ojo!!, cuando he hablado de aventureros no dejo de lado
a ninguno de todos ellos y ya quisieramos saber lo que costó
a Ceuta no sólo Sampietro, sino los demás que, al final, le
abandonaron, alguno de los cuales no ha vuelto a poner los
pies aquí, y no creemos que sea porque haya ascendido.
Ahora, y eso que se ha ganado, el asunto de deserciones y
transfuguismos no tiene cabida en las estructuras de la
Ciudad Autónoma. Naturalmente eso se ha notado, y la imagen,
no sólo fuera, sino también aquí se ve y se palpa, a medida
que pasan los meses.
Desde el 27 de mayo, de este año de gracia de 2007, hasta el
mes de mayo de 2011, Ceuta debe dar el tirón más grande para
seguir el ritmo y susperar si es possible, a cualquiera de
las ciudades de sus mismas características.
Para lograrlo, además de la efectividad que va a haber desde
la propia presidencia, hay que contar con la cordialidad con
que se ha comenzado. Todos serán necesarios, ninguno debe
quedar excluido.
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