El día que estaban esperando cientos de opositores de Ceuta
y alrededores llegó finalmente ayer con la celebración de
los exámenes, la primera parte de la prueba. El Instituto de
Enseñanza Secundaria Abyla fue el encargado de acoger esta
selectividad a lo grande de la que sólo 65 de los más de 600
inscritos saldrán con una plaza fija para su especialidad en
uno de los centros educativos de la ciudad.
Las normas vigentes e impuestas por el Ministerio de
Educación y Ciencia para la prueba de ayer, el examen, no
son muy distintas de aquellas que imperan en otros ámbitos
donde la criba es también una prueba individual escrita.
Así, previa identificación por parte de los miembros del
tribunal a través del Documento Nacional de Identidad, éstos
acceden al aula de examen. La organización ha determinado
que haya una división y distribución por especialidades.
Así, dependiendo del tamaño de las aulas y del número de
opositores, el reparto tocó a una o dos clases por
especialidad.
Cabe recordar que una de las grandes novedades de las
oposiciones de este año son la suma de una nueva
especialidad a las seis ya existentes, la de Primaria. Así,
junto a esta forma el grupo: Pedagogía Terapéutica, Audición
y Lenguaje, Educación Infantil, Inglés, Educación Física y
Música.
Una vez dentro los miembros del tribunal procedieron a dar a
conocer las preguntas del examen. Estos introdujeron 25
bolas en un bombo, una por cada tema, y sacaron 3 al azar.
Estas serían las opciones de las que los opositores podían
elegir 1.
Tras la realización de la prueba, para la que estos contaron
con varias horas los opositores eran la viva imagen de un
amplio abanico de sensaciones y sentimientos.
Contentos o cabizbajos. Eufóricos o deprimidos. Cual ying y
yang también existe un término medio que no ve el vaso ni
medio lleno ni medio vacío. Tras la prueba escrita aún queda
mucha tela que cortar y es la definitiva, la exposición de
lo redactado ante el tribunal.
Los opositores saben desde el viernes, ya que está publicado
en un tablón, la fecha y el orden de exposición de la prueba
escrita. Una gran ocasión para que los docentes que componen
el tribunal evaluador analicen en el opositor criterios y
valores como la actitud, el saber estar, la entonación,
pausas, etc.
Después de cinco días de frenetismo, aún quedarán algunas
fechas para que los opositores conozcan si han conseguido
obtener una de las 65 plazas habilitadas por el Ministerio.
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