Es difícil encontrar en la
administración española un organismo más incompetente que el
encargado de regular, controlar y dirigir todo lo que afecta
al tráfico.
Eso sí, tiene unas apetencias de recaudar dinero que está
rompiendo todas las normas divinas y humanas, terrestres o
celestiales.
Pero como en tráfico nunca se llega al final, queda para el
día siguiente “ el más difícil todavía” que es muy
complicado superar, pero que estoy seguro que se superará.
Ahora bien, esta ineptitud parece que es contagiosa, y el
hambre de dinero todavía más, cuando afecta a comunidades
que ya tienen sus trasferencias en esta materia.
Aunque no veo mucho la televisión, sí que ojeo, cuando
menos, y presto atención a los telediarios. hace un par de
días veía algo que me sorprendió, era de tráfico
naturalmente, y en la carretera que partiendo de Andorra
lleva hasta Lérida.
Conozco esa carretera, y sé que ahí los radares están
instalados cada pocos kilómetros, con lo que los turistas a
Andorra pagan y muy bien el estado, ahora un poco mejor, de
esa carretera catalana.
Pues bien, en esta ocasión el pagano, al que le tocó la
“lotería” sin haber pasado por Sort fue un habitante de
Castellón, o su provincia, para más inri policía municipal,
que suele estar muy en contacto con tráfico.
El buen levantino viajaba en su caravana y un radar, seguro
que averiado, le ha cogido la matrícula y marca que la
caravana iba a más de doscientos kilómetros por hora.
De momento, como en Cataluña “la pela es la pela”, hay una
infracción sancionada con 500 euros, eso que no falte,
pérdida de tres puntos del carnet de conducir y parece que
retirada del permiso de conducir por tres meses.
Una auténtica barrabasada y algo que ni puede ser, ni ningún
profesional que conoce la carretera en cuestión y las
condiciones del vehículo puede tomarlo como posible.
Un vehículo como la caravana esa, con el terreno favorable
puede alcanzar los 130 o 140 kilómetros a la hora, con lo
que de ahí a los más de 200 va un abismo.
Además esa carretera, con un coche bueno y rápido admite 150
kilómetros a la hora o poco más y depende de en qué partes,
todo lo demás es incompetencia, fantasía o ganas de sacar
dinero de una manera fraudulenta.
Pero luego viene lo más bonito con estos ilustres ineptos,
aquí la condición de inocente no existe, y antes de
demostrarse si hay posibilidades de error, y aquí las hay, o
pagas o pagas, y si en el recurso resulta que no tenías que
pagar y ya has pagado, recuperar el dinero....
Con tráfico lo que predomina es la condición de culpable, y
el policía municipal de Castellón, aunque recurrirá a todos
los cielos y a todas las oficinas que haya y por haber, va a
pasar a la historia como un tremendo emulador de Alonso, en
una simple caravana, en una carretera de montaña y a más de
200 kilómetros por hora.
Ahora mismo estamos dependiendo mucho de la técnica y si esa
técnica está manipulada o controlada por incompetentes y
ordenada por políticos, sean del partido que sean,el
desenlace es tan pintoresco como el que estamos analizando.
Esta puede ser la noticia de chiste de tráfico, ahora que va
a comenzar el verano, que es cuando más se viaja.
Lo malo del caso es que a este chiste le van a ir sucediendo
noticias negras de la carretera y siempre con tráfico
erigido en simple sibila, con la razón en su poder y el
bolígrafo para sancionar.
Hay veces que desde tráfico comentan que tienen los coches
mal acondicionados, pero ¡¡leche!! nunca he oido decir que
los radares están mal o no han sabido ponerlos en
funcionamiento.
El día que desde tráfico se sepa informar de los puntos
negros de las carreteras; el día que se controle el tráfico
y no se esté a la espera de sancionar, es posible que la
circulación sea más fluida y se cobre menos vidas en la
carretera. Para que esto se lleve a cabo, al frente del
organismo tendrán que estar profesionales que sepan lo que
es la circulación, no políticos. el carnet en la boca.
|