La profesión de maestro es, según se mire, uno de los
empleos más ingratos. No en vano es a día de hoy uno de los
trabajos en que mayor cantidad de bajas laborales hay por
depresión. Aunque se trata de una minoría por lo general en
las clases siempre hay un grupito de alumnos poco
interesados en aprender y más duchos en dificultar la labor
del docente. Por ello y por la cantidad de personas que han
logrado formar y educar para ser alguien el día de mañana la
Ciudad homenajeó a 27 maestros que se retiran este curso y
que han dado su vida por Ceuta.
Es el caso de Jesús Jiménez Jiménez, Ana de los Ángeles
Barrios y Cirilo García Morán, tres de los homenajeados que
han ejercido su profesión con orgullo en varios centros de
la ciudad autónoma. Más de dos décadas de activa labor
docente contemplan a cada uno de ellos.
Cirilo, uno de los tres, resume el lema por el que han dado
su vida laboral: “El objetivo fundamental de un educador es
el de hacer que los niños de hoy sean los ciudadanos del
mañana”. Y en la mayoría de los casos eso han conseguido.
La Educación es uno de los pilares del Estado de Bienestar y
ha sido una de las materias que mayores cambios ha sufrido
con la llegada de un nuevo partido político de turno al
poder. Ellos han sido partícipes desde el lado docente de la
llegada de la LOGSE, la ESO o la desaparición de BUP. Cirilo
es de los que piensa que pese a los cambios el que permanece
es el propio docente y que el trabajo diario es el que marca
la diferencia, no el sistema.
Respecto a la mentalidad de los padres sí perciben un cambio
entre el ayer y el hoy. “Antes los padres colaboraban más
con los profesores a la hora de educar a sus hijos. Ahora
por lo general, cada vez que van a los centros es a
protestar”, resumió Jiménez. Asimismo, este explicó que
antes la relación padre-maestro era de respeto y admiración
y eso el niño lo aprendía. Gran parte de los problemas
residen, según este veterano docente, en que los padres no
se preocupan hoy del seguimiento de los resultados
educativos de sus hijos.
La generalización de la Enseñanza en España venida una vez
dejada atrás la dictadura y con la llegada de la democracia
ha instaurado la problemática actual de la masificación de
las aulas. La mayor densidad de estudiantes propicia que
haya alguna ‘oveja que se pueda descarriar’ y entorpecer la
ya de por sí difícil labor del docente. Ana Barrios lo tiene
claro: “Indudablemente el maestro trabaja mejor con aulas
más pequeñas y con menos alumnos a los que atender y
enseñar. Un menor número facilita la atención personalizada
lo que siempre redunda en que comprendan mejor las cosas y
no se distraigan. No obstante, como profesores damos clase
ante los alumnos que nos pongan y lo hacemos con dedicación
y cariño”.
Captar la atención de los escolares es la principal táctica
que desarrollan los maestros. Algo que ya quisieran para sí
muchos padres. “El maestro conoce muy bien cuáles son las
técnicas para conseguir este fin. Tenemos muchos recursos
para ello”, añadió Barrios. Así, los principales
ingredientes de los que se surten estos veteranos de la
enseñanza son: mucha paciencia, mucho cariño y mucha mano
izquierda.
Uno de los momentos más mágicos para un docente es saberse
reconocido por el propio alumno, ya adulto y hecho una
persona de provecho. Jesús Jiménez mantiene este como uno de
los mejores recuerdos como docente: “Varios antiguos alumnos
me han parado por la calle y me han dado las gracias y no
sólo eso, es que me han tratado como si fuera su padre”.
La experiencia narrada por Jiménez es el símbolo del
agradecimiento que muchos estudiantes tienen para con sus
antiguos profesores. Una muestra que por desgracia se
produce en menos ocasiones de las deseables.
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