Y llenó la plaza de Barcelona.
Además, y para que nadie se sintiera defraudado cortó tres
orejas y salió por la puerta grande.
No ha hecho más que volver y ya están las apreciaciones
sobre si es el mejor hoy, sobre si es el mejor de la
historia... . Desde luego no es uno cualquiera y lo que hay
que lamanetar es que nos hayamos perdido cinco temporadas
sin contar con él, y que en su puesto haya habido muchos
“pega pases” que no dicen nada.
El cartel de su vuelta tenía muchas cosas que decir, pero
una variedad tan grande dejó un poco al descubierto lo que
es, un veterano ya, Finito de Córdoba, y lo que puede dar,
con otro tipo de carteles, Cayetano.
El peor parado en esta ocasión y en su propia tierra fue
Finito de Córdoba. El que más trofeos cortó fue Cayetano y
el que se arrimó de verdad, como ha hecho siempre, y le echó
eso que hace falta en los toros, además de saber, fue José
Tomás, que para que nada faltara y se viera la verdad de sus
actuaciones, ya en su primero tuvo un buen revolcón, con lo
que la clientela vio, desde el mismo comienzo, que aquello
iba en serio, que no había vuelto para pasar el tiempo.
Volver a los ruedos y precisamente en Barcelona ha sido otro
gesto, el gran gesto, del torero de Galapagar. Cataluña está
huérfana de toros, cuando una de las aficiones más
entendidas de toda España es la de Barcelona.
Un favor a la fiesta de los toros y un detalle de verdad
para con la afición de Barcelona, que tiene que ir, casi
contra molinos de viento, pero sabiendo lo que hay y
sabiendo apreciar como nadie lo bueno del toreo.
Se comenta que José Tomás va a torear esta temporada tan
sólo unas veinte corridas, y eso que nos vamos a perder,
porque habrá sabido elegir sitios emblemáticos, para la
próxima campaña arrasar en todas las plazas.
De aquí a muy pocos días toreará en Algeciras y ni que decir
tiene que la feria algecirista ya, con este gesto, logra
estar entre las de verdad.
No sé si definitivamente también toreará en El Puerto de
Santamaría, una de las plazas con más solera, posiblemente
la que más, de Andalucía, muy a la par con Sevilla.
De ser así su actuación se van eligiendo los sitios que dan
fama y que además saben valorar lo que se hace. No hay que
olvidar que plazas emblemáticas de verdad son: en Andalucía,
lo he dicho, El Puerto y Sevilla. Las otras tienen sus cosas
pero están a años luz. En el País Vasco la de Bilbao, más
torista que torerista y en la que José Tomás tiene una
cabida muy especial. En Cataluña, la única en la que ahora
se dan toros es Barcelona, con una afición muy documentada y
sabia y, para terminar, Las Ventas de Madrid, con diferencia
la más exigente en San Isidro, plaza de barrio en verano y
festejos de medio pelo en la feria de otoño.
De todo lo demás, hay buenos sitios, pero Salamanca va a
menos, Valladolid tiene de todo, en la Costa del Sol se dan
festejos para turistas indocumentados en el mundo de los
toros, que tragan lo que les eches, Valencia va por épocas y
Extremadura más intención que buenos resultados.
Esto quiere decir que si José Tomás va a tener 20 corridas
tendrá una en cada plaza de las serias, otra en cada una de
esas medianitas y el resto de las aficiones se tendrá que
conformar con ver las fotos que aparezcan en la prensa.
Y lo de los carteles será el otro caballo de batalla. Un
cartel con toreritos de tipo fino lleva aparejados unos
toritos de “juguete” y eso desmerecería de una verdadera
figura. Un cartel con veteranos del estilo de Enrique Ponce,
no creo que sea muy del agrado de esos toreros y el ganado
también puede estar “aguachinado”, por lo que quedan unos
carteles con jóvenes que se “arriman” como Sebastián
Castella, Talavante, el Cid y ... poco más. Un cartel con
José Tomás y dos de los tres que he citado aquí será con
diferencia el mejor cerrado para cualquier feria, con
jóvenes que se arriman y con chavales que todavía tienen
hambre de triunfos y de dinero. Lo malo de esto es que no lo
podremos ver por TVE, por ejemplo.
Los aficionados a los toros, pero los aficionados de verdad,
tienen que estar contentos con esta vuelta, que ojalá sea de
verdad y para muchas temporadas. La rutina debe arrinconarse
ya y dar paso a la verdad del toreo.
|