Tal sería la traducción del
sugerente editorial, firmado por Alí Amar, aparecido en la
edición del sábado 16 del semanario “Le Journal”, una de las
publicaciones marroquíes más serias y solventes. En sus
líneas, el periodista apunta tres reflexiones que les voy a
entrecomillar antes de inferir algunas lógicas deducciones.
Una: “¿Ha encontrado Al-Qaïda en Marruecos los mejores
medios para regenerarse?... bajo nuestras ventanas,
centenares de marroquíes están incontestablemente alistados
y enrolados bajo la bandera de Ben Laden y sus confidentes.
Ninguna otra nacionalidad está tan representada en la
galaxia de Ben Laden”.
Relectura: la emigración marroquí está bajo sospecha, siendo
prudente limitar la misma implementado, a la vez, medidas de
vigilancia sobre la ya existente. Mera extrapolación
estadística.
Dos: “Después de que Rabat ha propuesto un plan de autonomía
para este territorio (Sáhara occidental) que le contesta un
Polisario sostenido por la vecina Argelia, ha encontrado en
el terror su argumento de peso para convencer a sus aliados
occidentales, en primera línea los Estados Unidos (…) Un
Sáhara descontrolado, separado de Marruecos, correría el
riesgo de transformarse en una tierra de nadie, refugio
ideal de terroristas de todo pelo y base trasera de una
franquicia de Al Qaïda en el Magreb”.
Relectura: mero efecto añadido. Es obvio que Rabat vende así
mejor el producto, pero tampoco seamos ilusos: en el Sahel
(al lado del Sáhara occidental) se han agrupado bandas
terroristas, con las que han colaborado algunos elementos
polisarios. Eso es un hecho.
Tres: “La solución para el Sáhara o contra las bombas
humanas de Al-Qaïda pasa por una refundación del régimen, de
sus instituciones y de su modo de gobierno”.
Relectura: ¿apunta el director de “Le Journal” hacia el
viejo dilema de la Transición española de “Reforma” o
“Ruptura”?. En todo caso parece que plantea el eterno dilema
del huevo y la gallina, o en otras palabras: “La monarquía (alauí),
¿es parte de la solución… o es parte del problema?”. Ser o
no ser, dat is the cuestión formulada en la clásica
expresión de Shakespeare.
Dedico mucho tiempo -y dinero- a digerir regularmente la
práctica totalidad de la prensa marroquí en francés, así
como la beréber y parte de la publicada en árabe y hacía
tiempo que no me encontraba con un editorial tan fino y
corajudo como el expuesto. Pero el terror islamista tiene
más beneficiarios, colaterales naturalmente: los mismos
responsables del “Partido de la Justicia y el Desarrollo” (PJD,
islamistas parlamentarios), con los que despacho
regularmente, apuntan también en esta dirección
presentándose como -valga el símil- “la delgada línea roja”,
un trasunto de “o nosotros o el caos”. Traslado sus
palabras: “Somos la última alternativa, si no se nos deja
gobernar el islamismo radical y extremista campeará a sus
anchas”. Es muy probable y así lo he expuesto en varias
ocasiones, pero… ¿hasta que punto y en qué medida no utiliza
el PJD, en provecho propio, estas condiciones objetivas?.
Será interesante profundizar en este aspecto.
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