Ayer teníamos la oportunidad de
echar la vista hacia atrás, 30 años atrás. Todos éramos más
jóvenes y un alto porcentaje de los que ahora vivimos no
habían nacido.
Nos deteníamos en el 15 J, punto de arranque para lo que ha
llegado a ser nuestra democracia, con sus errores, que los
tuvo y con sus aciertos que fueron muchísimos.
Hoy volvemos al presente, nos vamos al Ayuntamiento y ahí
encontraremos una nueva corporación, no con muchas caras
nuevas, algunas hay, pero sí con renovadas ilusiones.
Eso de renovadas ilusiones aparece en casi todos los
ayuntamientos de este país, que sigue llamandose España. Y
esas renovadas ilusiones están desde que empezaron a
confeccionarse las candidaturas. ¡¡Madre mía!!, el mes de
marzo que hemos pasado algunos, cuando se nos echaba encima
una responsabilidad como la que nos iba cercando.
Afortunadamente para mí aquello quedó lejos de un sueño y
hemos podido seguir con nuestra vida normal y diaria, no
lejos de la política, porque política y vida marchan
paralelas, pero sí lejos de la responsabilidad que nos
hubiera abarcado durante, al menos, cuatro años.
Por eso, por haber sabido elegir, hoy en vez de estar en
nuestra toma de posesión, podemos estar de espectadores
viendo y oyendo los juramentos o las promesas de quienes van
a dirigir los destinos de la Ciudad de Ceuta.
Y hoy menos que nunca voy a dejar de lado a los concejales
de UDCE y del PSOE, que también legítimamente estarán
durante cuatro años en sus escaños, tratando de aportar
algo, siempre positivo, dirán ellos, para que esta ciudad
siga progresando y siga en la ruta que ha cogido hace ya
media docena de años.
La toma de posesión, hoy, de los 25 “concejales” es el
comienzo de otra etapa. Es el punto y seguido de lo que se
ha venido haciendo en los últimos años, y es el asentamiento
de un partido, el PP, ahora sin rivales en las urnas, pero
con otras personas legítimamente elegidas que querrán,
también, decir y hacer algo positivo.
A lo largo de los últimos 25 años en muchas oocasiones hemos
oido hablar del rodillo. Yo recuerdo esa política, desde
octubre de 1982, cuando el PSOE logró lo que pocas veces ha
sucedido en unas elecciones generales: arrollar a todos los
demás, con una mayoría aplastante y que al mismo tiempo la
UCD pasara de ser el grupo político en el poder, a su
desaparición.
Aquellos cuatro años siguientes, y los otros cuatro hasta
1990, la política del rodillo del PSOE dio mucho que hablar
y no siempre bueno.
Ahora el PP entra en la segunda etapa de una mayoría
aplastante con 19 de 25 concejales, y naturalmente será
quien lleve las riendas de la política de Ceuta. Aquí no hay
vuelta de hoja, es el PP por aplastante mayoría quien tiene
la responsabilidad mayor, pero flaco favor se haría a sí
mismo y a los otros dos grupos que le van a acompañar en los
plenos, si sólo les permitiera estar de meros comparsas, sin
valorar nada de lo que puedan aportar.
Es cierto que las mayorías son las que dominan, son las que
llevan el peso, pero eso no quiere decir que entre los que
estén en las minorías no puedan aportar algo que sea útil.
Por ello, y no es que le haga falta que se lo recordemos, yo
le pediría a Juan Vivas tacto para con los que no son de su
grupo.
Si el PP quiere, está claro, no sacarán adelante nada de lo
que propongan los otros grupos, vayan cada uno por su parte
o vayan juntos, pero eso a la larga puede ser un cheque en
contra del propio PP.
Hoy todavía será pronto para actuaciones. Hoy es la fiesta
inicial de esta nueva legislatura. Más tarde llegarán las
propuestas y a continuación las realizaciones. Una
legislatura con cordura, con buenas maneras, será positiva
para todos y beneficiosa para la Ciudad.
Las urnas dijeron lo que sus habitantes quieren, y los
elegidos no deben defraudar a sus votantes, ni a quienes
votaron otras opciones. No me cabe ninguna duda de que esta
puede ser la legislatura de la tranquilidad y el progreso.
Quienes desde hoy se sientan en la Asamblea tienen la última
palabra. ¡Buena legislatura!.
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