Pese a que la climatología anuncia
tiempo con cierta inestabilidad para este fin de semana, lo
cierto es que la Ciudad Autónoma tiene perfectamente dotada
las playas puestas al servicio de los ciudadanos y
visitantes para el disfrute, en tiempo de ocio, de la arena,
el mar y el sol.
La Ribera, Chorrillo, Almadraba, Tarajal, Benítez [dos de
ellas con banderas azules] se encuentran perfectamente
dotadas con mobiliario urbano y servicios suficientes como
para disponer de instalaciones con un alto grado de calidad.
Dado que las aguas son de excelente categoría, la materia
prima para disfrutar de la playa ya está lograda; lo segundo
en lo que se ha preocupado el gobierno de la Ciudad ha sido
en dotarla de servicios. Es cierto que nuestras playas están
equipadas. La tarea diaria de limpieza está prevista y se
efectúa a diario; los servicios de vigilancias también están
preparados y operativos: Cruz Roja para actuar ante
cualquier incidencia de riesgo para las personas y la
Policía Local en prevención y mantenimiento de la Seguridad
Ciudadana; además, otros elementos como duchas, sombrillas,
accesos, y chiringuitos adjudicados para su explotación,
harán -un verano más- que las playas de Ceuta se erijan por
sí mismas en un atractivo añadido a esta temporada llamada
de baño y que finalizará a mediados del mes de septiembre.
Aunque todo es mejorable sin duda, es evidente que pese a
haber sido éste un año electoral, el trabajo estaba
perfectamente previsto y todo ha funcionado sin que, por las
elecciones, se hubiera menoscabado la prestación de servicio
que desde la administración local se ofrece al ciudadano. Es
digno de resaltarse.
Por otro lado, merece llamarse la atención del uso que de
los elementos comunes se hace por parte de los usuarios. El
pasado fin de semana recibimos la denuncia de ciudadanos
ante la apariencia de vertedero que tenían las playas tras
haber sido un punto masivo de referencia para el disfrute de
sol. Es cierto que la actitud cívica es necesaria para
mantener una prestación de servicio adecuada. Por lo tanto,
un poco de autocrítica no vendría nada mal, y la
concienciación ciudadana sobre asuntos tan básicamente
educativos como el respeto del entorno y la limpieza, son
indispensables para la mejora global de las instalaciones
públicas como, por ejemplo, las playas.
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