El auge de los proyectos artísticos por petición privada en
la ciudad autónoma es sintomático de un movimiento cultural
de interés en la ornamentación arquitectónica. Uno de los
últimos trabajos de los hermanos Javier y Alejandro Pedrajas
así lo atestigua. El edificio Coral, situado en la barriada
de Alfau, incorporará en el frente del inmueble una gran
venus de bronce modelada a fuego que quedará instalada a 3
metros de altura. La pieza ‘nacerá’ de un enjambre de
corales como si de una metamorfosis se tratase. El objetivo:
dar la impresión de que la obra y el espectador están en el
fondo del mar.
La escultura no es una figura completa, su pelo suelto
parece ingrávido, como una anémona, para remarcar la
percepción de que la venus está sumergida en el agua.
Inspirada entre otros autores, en la obra de Botticelli,
acerca al ojo humano la idea de la perfección. “Parece que
está creándose de los corales, está inacabada como las
grandes obras, es la idea ‘non finito”, explican los
Pedrajas.
La escultura está hecha en cera, pero irá modelada en bronce
a fuego con espátulas. “Se volcará el bronce en el hueco de
la cera líquida, será como un positivado fotográfico”,
explica Alejandro que prevé tener la obra lista en las
próximas dos semanas. La obra de carácter semiabstracto es
un juego visual por el nombre del edificio. No obstante, en
un principio se jugó con la idea de materializar al teniente
Alfau, dada la zona donde se sitúa el edificio ‘Coral’.
“El proyecto de la venus es una recuperación del arte
clásico, pero estéticamente responde a los patrones
actuales”, concluyen.
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