Llama poderosamente la atención el
hecho de contemplar a la intemperie, esparcidos en el
‘vertedero’ en el que se ha convertido la trasera de las
escolleras del muelle de Poniente, decenas de documentos
judiciales en sus correspondientes carpetas compartiendo el
escenario de múltiples vertidos con los que se rellena los
espacios de la ampliación del citado muelle.
Falla algo. Es cierto que los archivos judiciales se
encuentran depositados en un almacén del Puerto y que los
que no ‘sirven’ pasan a ser destruidos. Sentencias,
transferencias... son parte de la documentación que se halla
en el comentado vertedero atentando a la ley de protección
de datos. Y es, cuanto menos, preocupante que la institución
que más debe velar por cumplir con lo legalmente
establecido, sea la que protagonice este suceso.
¿De quién puede ser la responsabilidad?. El juzgado encarga,
a través de una empresa, los traslados de este tipo de
material a los almacenes correspondientes donde quedan
depositados y, creemos, archivados. A partir de aquí no es
muy entendible que algunos de estos lleguen a las escolleras
en las que se vierten decenas de toneladas de material de
desecho.
Las imágenes muestran a las claras la situación expuesta
publicamente. Sabemos que se está indagando para depurar las
responsabilidades oportunas, en cualquier caso, no parece
muy edificante que los papeles personales de ciudadanos que,
por una causa u otra, han tenido contacto con la Justicia,
se vean tirados sin el desarrollo del protocolo previsto
para la destrucción de este tipo de documentos.
El hecho de creer que echándolos a este improvisado ‘vacie’
en la creencia de que quedará sepultado por toneladas de
materiales utilizados en la construcción de la ampliación
del muelle, es de una irresponsabilidad manifiesta; máxime
cuando algunas fuentes apuntan además, que no sólo se
observan documentos judiciales como los fotografiados, sino
de otros organismos estatales. Precisamente cuando, en
algunos de ellos, han coincidido los vertidos con
excepcionales mudanzas por cambio de ubicación de sus sedes,
o de parte de ella.
Algo que debe ser convenientemente investigado.
|