Ocho días después de la inesperada marcha de Carlos Orúe, la
AD Ceuta continúa rastreando el mercado futbolístico a la
búsqueda del sustituto del jerezano. José Enrique Díaz, el
director deportivo del Ceuta, aseguró ayer que “estamos
avanzado sin prisa, pero sin pausa y es posible que en un
plazo de 10 días tengamos entrenador; si no se dilatará poco
más”, añade.
El sevillano incide en que “nuestra intención y nuestro
propósito es atar al técnico en los próximos días, pero a
veces surjen complicaciones en las negociaciones y hay que
esperar el momento adecuado para llegar a un acuerdo. La
intención es que la semana que viene este tema esté
definido”, subraya.
El director deportivo, que ya ha hablado con algunos
entrenadores que interesan al club caballa, no quiere dar
nombres y ni confirma ni desmiente los que han salido a la
luz pública. “No voy a dar nombres porque es absurdo... Las
gestiones van bien encaminadas y cuando se hayan concretado
el club elegirá el momento de comunicarlo”.
José Enrique sí reconoció que “barajo una lista de seis o
siete nombres” y tiene claro el perfil del inquilino del
banquillo del Alfonso Murube. “Nosotros queremos un
entrenador que tenga claro cual es el proyecto: el de un
equipo que, aun admitiendo las dificultades presupuestarias
en comparación con otros equipos de la categoría, tiene como
objetivo acabar la Liga entre los cuatro primeros. A partir
de ahí vamos a intentar tener un equipo competitivo, pero al
mismo tiempo que intente jugar bien al fútbol porque no
podemos olvidar que se juega para el espectador”.
Dicho esto, el máximo responsable de la secretaría técnica
añade que “una cosa es predicar y otra dar trigo. El tiempo
pondrá a cada uno en su sitio y dirá si hemos sido capaces
de conformar una plantilla suficientemente competitiva y si
le damos forma a un proyecto que sea ilusionante y enganche
a la gente”.
Así las cosas, el nuevo técnico del Ceuta debe aceptar el
reto de pelear por el play off de ascenso en un grupo con
siete u ocho equipos con argumentos para luchar por el mismo
objetivo. “Sabemos que el reto de ascender es muy difícil
porque de los 80 equipos que empiezan la competición sólo
ascienden cuatro. Está el ejemplo de la liguilla que jugó el
equipo conmigo, que marcamos seis goles y no encajamos
ninguno a domicilio y no pudimos ascender. Tenemos mucha
ilusión y muchas ganas de trabajar, pero también debemos
demostrar que la experiencia, los conocimientos y la
capacidad de gestión serán suficientes para darle forma a
este proyecto que, además de las dificultades ya comentadas,
conlleva configurar una plantilla casi entera”, concluye.
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