PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 12 DE JUNIO DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

Los nuevos pensadores del Islam (I)
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Se lo voy a contar: tras el chasco del viernes, pues a última hora el arabista Gil Grimau disculpó por fuerza mayor su asistencia a la sede tetuaní del Instituto Cervantes, encaminé mis pasos a la cercana plaza del Feddán (hoy Hassán II) en cuyas inmediaciones se celebraba la décima edición de la Fiesta del Libro de Tetuán, con una nutrida representación de editoriales marroquíes y andaluzas y de instituciones como la Diputación de Cádiz, la milenaria Cádiz en la que administrativamente y hasta no hace tanto (¿verdad, ‘Arfonso’ Guerra?) estaba integrada… Ceuta. Pero la élite caballa (que no voy a adjetivar), espoleada políticamente, prefirió “jugar” a este pretencioso y funesto invento de la autonomía que sospecho acabará sus días -al tiempo- como el rosario de la aurora.

Perreando por entre los puestecillos tuve ocasión de saludar a numerosos amigos, entre ellos el profesor ceutí Mehdi Flores con el que, siguiendo la tradición, mantuve una franca, jugosa y distendida conversación. También pelé la hebra con Sánchez Sandoval, autor de una clásica obra titulada “Sufismo y poder en Marruecos” en la que desmenuza la obra del santo sufí Abú Ya´zzà, beréber del Medio Atlas, fallecido en 1177 a la avanzadísima edad de ciento treinta años. Aproveché la ocasión para adquirir algunos libros, entre los que destacaría uno del místico murciano Ibn Arabí (“Los sufíes de Andalucía”), cuya atractiva obra (hay quien le emparenta, religiosamente hablando, con Santa Teresa y San Juan de la Cruz) curiosamente por cierto está prohibida en Arabia Saudí y al que estuve echándole el lápiz y el ojo hasta altas horas de la madrugada. El otro se lo comentaré más adelante.

Pues bien, el musulmán español Ibn Arabí (nacido el 7 de agosto de 1165 en Murcia) recopila la vida y enseñanzas de varios maestros sufís (algunos de ellos mujeres) de los siglos XII y XIII, tanto de la España musulmana como del Magreb, “que me ayudaron en mí caminar hacia el Otro Mundo”, explica el autor. Entre los mismos quizás puedan interesarle al lector (pues en nuestra Ciudad querida hay varios morabos) dos de ascendencia ceutí, que avalan además junto a otros datos la presencia por un tiempo del murciano en la ciudad: el primero, Abû Muhammad Abdallâh b. Ibrahim al-Mâlaquî, apodado “el calafatero de barcos”, sería al parecer persona muy abierta; Ibn Arabí relata varias anécdotas sucedidas en su compañía.

El otro sería Abû al-Husayn Yahyâ, quien al igual que nuestro autor habría alcanzado un grado iniciático muy elevado y que es muy elogiado: “Este hombre de Ceuta era un tradicionalista y un sufí. ¡Ser las dos cosas a la vez es una de las cosas más sorprendentes!. Había alcanzado el grado del azufre rojo (kibrît ahmar) y tenía una gran barraca. Yo lo visitaba mucho y transmitía los hadits que había estudiado con él. Era un asceta que había renunciado a los bienes de este mundo (zâhid mutajarrid)”.

Pero sin duda la compra más sugerente fue el libro de Rachid Benzine, “Les nouveaux penseurs de l`Islam”, que glosaré mañana.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto