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No se conoce algo similar en los
muchos años de existencia de la liga española de futbol, y
el campeón de liga tendrá que esperar hasta la última
jornada, para ver cual de los tres aspirantes, en esa última
jornada ha logrado ser el triunfador.
Tres en los puestos de arriba, y los tres con aspiraciones
todavía, porque los tres empataron en la penúltima jornada:
el Madrid 2-2 en Zaragoza, el Barça 2-2 en su campo, frente
a sus rivales locales, el Español, y el Sevilla 0-0 en
Mallorca. Con esto hay que esperar al último día .
Tras estos resultados, si no fuera porque decir eso sería
una sandez, tendríamos que asegurar que no hay nadie que
quiera ser el campeón.
Ahora, si las cosas se dan con normalidad, que se pueden dar
en el futbol, el Madrid tiene más del 80% de posibilidades
de ser campeón, por aquello de que juega en casa ante el
Mallorca, pero no debemos olvidar que el Mallorca ha ganado
en más de una ocasión en Chamartín. Por tanto, y siguiendo
el dicho del mundo taurino “hasta el rabo todo es toro”,
hasta que no haya finalizado el encuentro frente al Mallorca
las cosas siguen, un poco mejor, pero todavía no está
concluido el campeonato.
A la hora de analizar lo que ahora mismo tenemos, no debemos
olvidar lo que dio de sí este campeonato, con un Barcelona
que se vino a menos en los últimos tres meses, curiosamente,
después de haber encabezado la clasificación general durante
muchas jornadas, y después de haber recuperado a sus figuras
lesionadas.
Es posible que estén ahí los problemas, en el hecho de que
hay demasiadas figuras en el equipo, que nadie quiere ser
menos que el otro, con lo que estamos ante un fiel reflejo
de lo que hace un par de temporadas sucedió en el Madrid.
Por lo que respecta al Sevilla, ha vuelto a resbalar en un
campo, en teoría, fácil. Al Sevilla no se le puede reprochar
nada. Está haciendo todo lo más que cualquiera hubiera
podido pensar al comienzo de la temporada, pero ha perdido
varios puntos, como los de Tarragona, que le han dejado, de
momento, en un dignísimo tercer lugar en la clasificación,
tras haber ganado la UEFA y ser finalista, ya veremos lo que
pasa, de la Copa del Rey.
En el Madrid ha vuelto a haber la suerte que acompaña a los
campeones. Hizo una primera vuelta de pena en casa, ha
perdido en el Santiago Bernabéu 17 puntos y llega al final
del campeonato empatado a puntos con el Barcelona, aunque le
aventaja en el goal average, y como además aventaja en dos
puntos al Sevilla, nada ilógico es pensar en un campeón de
liga cuando termine la próxima jornada.
Ni en la mejor de las películas de suspense se podría
programar un final como el que estamos viviendo, menos mal a
que este año no hay mundial, ni eurocopa, porque de haber
habido la Selección hubiera llegado fundida, como casi
siempre.
Esto por arriba, pero ..., por abajo la situación no está
mucho más tranquila, y si no que se lo digan a los
seguidores del Betis, tras el 0-5 que le ha marcado el
Osasuna, con lo cual ahora mismo el Betis es uno de los que
se pùeden marchar a segunda, con permiso, porque están peor,
de Celta de Vigo y Real Sociedad de San Sebastián, y con la
mirada un poco de reojo del mismísimo Bilbao, que está
jugueteando demasiado con las suerte.
El Celta de Vigo, con su victoria en el Manzanares, ante el
At. de Madrid empieza a respirar, y pone a los colchoneros
fuera de Europa.
En la jornada del sábado hay dos jugadas que sobresalen por
encima de las demás, una con gol y la otra con fallo ante la
portería. La primera en el campo del Barcelona, con un gol
de Messi con la mano y que, curiosamente el colegiado de
turno no vio, por lo que concedió el tanto. En estas
jugadas, ya se sabe, si interviene uno de los grandes el
árbitro se equivoca siempre a su favor.
La otra, que puede valer el cambio de categoría, sucedió en
el campo de la Real Sociedad en los últimos instantes del
partido. 0 - 0 en el marcador, penalti a favor de los
donostiarras, Savio lanza el penalti y lo falla, una
ocasiónde oro no aprovechada y los realistas más metidos en
la zona que han ocupado atoda la temporada.
Ahora ya, estamos ante el último suspiro del campeonato.
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OPINIÓN / EL ESQUINAZO
