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OPINIÓN - DOMINGO, 10 DE JUNIO DE 2007

 
OPINIÓN / EDITORIAL

El etarra De Juana y su paso por Ceuta

De nuevo, el etarra sanguinario Ignacio De Juana Chaos vuelve a ser noticia por el reto que, otra vez, le plantea a Instituciones Penitenciarias, como medio de presionar al Estado por su ‘situación’ de privación de libertad. Desde que fue detenido en el último tercio de la década de los ochenta no ha dejado de ser huésped de las cárceles de su país, España.

En su particular periplo turístico y, como consecuencia de la decisión estatal de la dispersión de los presos de ETA, De Juana ha conocido varios centros penitenciarios desde donde adoptó la misma postura de sátrapa artero medrando por donde pasaba y haciendo gala de posición de mando en la organización de delincuentes y asesinos. No dejaba pasar cualquier tipo de amenaza, ni de jactarse de las noticias provocadas por la acción asesina de los comandos etarras.

Con ese perfil de ‘retador’ llegó a Ceuta a finales de los ochenta, paso más tarde por Las Palmas y finalmente por Melilla antes de saltar a las penitenciarías de la península. Pero nos interesa su paso por Ceuta, su estancia en Los Rosales donde trató, siempre con amenazas, a los funcionarios de prisisones.

De hecho, el objetivo de De Juana se fijó en un funcionario ceutí que siempre le trató del modo frío con el que debe ser tratado un elemento de tal calaña. Algo que no debió gustar al ínclito asesino. Francisco Javier López García de Vinuesa recibió amenaza verbal directamente de De Juana y poco tiempo después, recibió un libro-bomba como cumplimiento real de la palabra dada.

El trabajo de los funcionarios de prisiones de Ceuta siempre es duro, pero en la década de los ochenta y en los inicios de los noventa, pasaron por Los Rosales sanguinarios protagonistas de la banda de terroristas. No sólo De Juana, Estanislao Echaburu [hoy en día dirigente de una asociación de apoyo a presos], Emiliano Viaña Valda, Carlos Gil García, Jesús María Zabarte Arregui [el carnicero de Mondragón] o Miguel Zarrasqueta fueron algunos de los ‘insignes’ huéspedes de Los Rosales.

En nuestra edición de hoy contamos la experiencia de García de Vinuesa y su ‘encuentro’ con el terror de De Juana.
 

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