El sueño de todo trabajador de conseguir un empleo estable
se está convirtiendo casi en pesadilla para un nutrido grupo
de profesores interinos ceutíes que convocatoria tras
convocatoria se sumergen en un proceso de oposiciones que
difícilmente les lleva a la ansiada meta de hacerse fijos.
La dificultad intrínseca que tienen las oposiciones (cientos
de personas muy preparadas pugnando por unos pocos puestos)
aumenta una vuelta más este año con la supresión de las
listas preferentes en Ceuta y Melilla por una sentencia en
firme del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA)
que las ha declarado “inconstitucionales”. Es sin duda un
mal momento para ser interino y presentarse a estas
oposiciones a docente de Primaria.
Para reflejar de manera más gráfica todo lo que rodea al
carácter de interino de un docente en Ceuta hemos acudido a
los propios afectados para que lo cuenten. La presión que se
cierne sobre ellos es mucha. Se juegan en cada examen su
sueño, una plaza fija y hay mucha competitividad. El mito
cainita se cierne sobre ellos y por eso prefieren mantenerse
en el anonimato. Estos son los casos de cuatro ceutíes que
ya han sobrepasado la treintena de años y hasta la
cuarentena. Cuentan sobre sus espaldas con más de diez años
de intenso trabajo como interinos y otras tantas
convocatorias de oposiciones. Por ello son voces autorizadas
para dar un poco de luz a un proceso que está copando las
portadas informativas de los medios de comunicación de la
Ciudad Autónoma.
Hablar de oposiciones en estos días es acudir a la
inesperada sentencia del TSJA que ha acabado, de momento,
con muchas de las esperanzas de un nutrido grupo de
interinos, los que forman las listas preferentes. Este
colectivo lo integran ‘veteranos’ interinos que pese a que
cada año renuevan su contrato de trabajo en sus respectivos
centros tienen la garantía de que mientras no superan las
oposiciones a las que se presentan pueden seguir trabajando.
Este sistema se instauró en 1999 y se divide en listas
generales y listas preferentes.
“La supresión de las listas puede significar que personas
que han estado trabajando durante años y años como
interinos, si no se sacan las oposiciones se queden en el
paro porque tengan la mala suerte de que no les renueven el
contrato en el centro”, espetó Vanessa [nombre ficticio].
Fue más allá otro de los interinos al tocar el factor
psicológico por la desaparición de las listas preferentes.
Así, Salvador [nombre ficticio], aseveró: “Esto nos ha roto
emocionalmente. Ya estamos expuestos de por sí a una tensión
grande como son unas oposiciones como para que a 20 días de
la prueba nos digan esto”. En la misma línea se posicionó
Miguel [nombre ficticio]: “Lo peor de la sentencia ha sido
el momento. No tenemos tiempo de reaccionar”.
El peor momento posible
La sensación que predomina entre estos compañeros es de
estupefacción tanto por el momento como por la convocatoria
en la que sale a la luz la sentencia. Ocurre que este año,
por primera vez las listas preferentes, que hasta ahora
tenían un carácter más bien cerrado, iban a ser más
permeables para los componentes de las listas generales.
Este sistema fue diseñado como una bolsa general poblada de
los interinos con menor experiencia laboral y una preferente
con menos individuos y con algunos privilegios. Hasta ahora
la única manera de entrar era cuando muy de cuando en cuando
y al vaciarse de miembros las listas preferentes, se echaba
mano de los interinos de la general.
Uno de mis interlocutores, Salvador, al que le contemplan 10
años de trabajo como interino, reconoció que si la lista
preferente hubiera sido abierta desde hace tiempo no la
habrían tachado de inconstitucional. “Si se se hubiera
planteado la lista de otra forma incorporando a personas
detrás de los que ya estábamos, esa inconstitucionalidad no
sería tal como ocurre por ejemplo en Andalucía”.
Redacción de las nuevas instrucciones
Ideas para capear el temporal no faltan. Los sindicatos ya
han planteado algunas de ellas para que se incorporen a las
nuevas instrucciones que redactará el Ministerio de
Educación y que estarán vigentes para esta Oferta Pública de
Empleo (OPE). En este sentido, Miguel se preguntó si no se
podía haber prorrogado el sistema de listas preferentes un
año o haber cambiado la denominación para poder salvar la
sentencia.
En la línea de lo planteado por los sindicatos de la Junta
de Personal Docente, los interinos coincidieron en que se ha
de primar la experiencia en la valoración de la prueba de
oposición. “Hay que valorar más la experiencia. Nosotros a
lo largo de todos los años que hemos estado trabajando como
interinos hemos demostrado una valía y eso debería servir
para algo en las oposiciones”, afirmó contrariado Salvador.
Según explicaron los interinos, el sistema de listas
preferentes tenía su razón de ser en la estabilidad del
colectivo de interinos hasta que se sacaran una plaza de
fijo. “El problema es que no ha existido un sistema de
promoción interna para acceder al funcionariado de carrera”,
agregaron.
Los difíciles momentos por los que pasan y la ausencia de
novedades positivas hace sembrar algunas sospechas a los
sindicatos y a los propios interinos que denuncian que el
Ministerio ha aprovechado la sentencia para “cambiar el
sistema”. Uno de estos cambios es el que afecta a la
especialidad de Primaria. Según los interinos, el MEC
pretende que, a diferencia de lo que ocurría antes, un
opositor no pueda recurrir a Primaria en el caso de que no
haya plazas en su especialidad. “Antes Primaria éramos todos
y ahora no”, comentó Salvador.
La calidad en la Educación
Otro de los muchos objetivos que se buscaban con la
implantación de las listas preferentes, según los interinos,
era la garantía de la calidad en la Educación. La idea es
conseguir que el docente, interino o fijo, tenga estabilidad
en un mismo centro y con un definido grupo de alumnos para
completar un ciclo. “Con la interinidad lo que se consigue
es que los profesores vayamos rotando y los estudiantes
tengan un profesor distinto cada año”, sentenció Vanessa,
que se preguntó: “Qué calidad educativa se consigue con el
movimiento del profesorado”.
“El MEC no promueve la estabilidad”, afirmaron. Así, según
estos, la realidad ceutí es que hay muchos colegios en los
que más de la mitad de los profesores son interinos.
¿Prueba... objetiva?
Quién no se ha sometido a un examen alguna vez. Nadie. Y
quien no se ha sentido perjudicado en favor de otro. Tampoco
nadie. La palabra examen va indiscutiblemente unida casi
siempre a subjetividad. Así esta cuestión en relación a una
prueba tan importante y con tanta trascendencia como son
unas oposiciones ‘quema’ un poco a los interinos y recién
licenciados.
Marisol [nombre ficticio] explicó que en el proceso opositor
subyace “un problema muy grave” y es que la calificación de
las pruebas “es totalmente subjetiva”. Después de años de
convocatorias a las que ha acudido y conversaciones
mantenidas con opositores ésta concluyó que “puedes escribir
veinte folios que si no les gusta como lo has hecho te vas a
la calle y da igual que hayas calcado el temario”. En este
sentido, tanto Marisol como el resto de sus compañeros
apostaron por importar el sistema utilizado en otras
comunidades de exámenes tipo test.
Después de tanta crítica es menester romper una lanza en
favor de la labor de los tribunales que aunque subjetiva es
dura por tener que juzgar las actuaciones de tantas y tantas
personas y tener que elegir entre unas pocas, las que se
suponen mejor preparadas.
Otros de los puntos flacos del proceso opositor en Ceuta, a
juicio de los propios interinos es la composición de los
tribunales evaluadores. “Aquí en Ceuta nos conocemos todos y
eso a la hora de juzgar no es bueno, ni para bien ni para
mal”, exclamó Salvador. Y es que profesores de toda la
ciudad, compañeros de los opositores en suma, componen los
tribunales evaluadores. La única novedad ha sido la
introducida este año en la que los presidentes de cada mesa
sí procederán de fuera de la ciudad.
Por otro lado, consideraron éstos que tal y como están
diseñadas actualmente las oposiciones en Ceuta no son un
“verdadero concurso” por el carácter eliminatorio de las
pruebas. “Una propuesta de cambio podría ser también una
doble vía de acceso en la que compitan por un lado los
interinos con experiencia laboral y por otra los recién
licenciados”, espetó Salvador.
Tensa espera
La incertidumbre marca el día a día de estos ceutíes a los
que cada vez les queda menos para alcanzar su sueño de
impartir clase con la estabilidad que da ser fijo. Los
sindicatos trabajan a marchas forzadas con el Ministerio de
Educación para establecer las instrucciones que prevalecerán
en el proceso opositor. Salvo la composición de las listas
de interinos y la fecha de las pruebas puede decirse que se
conoce todo lo demás. Hace tan sólo dos días se publicaron
las listas definitivas de admitidos y excluidos y los
tribunales evaluadores. Así, a un par de semanas de la gran
prueba del año, sólo queda desear suerte y mucha sangre
fría.
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“Seguimos intentándolo porque nos gusta y por el apoyo de la
familia”
El factor familia es una de las
principales características de este grupo de interinos, los
más perjudicados por la supresión de las listas preferentes
de las que forman parte. La radiografía tipo de estas
personas es la de un hombre o una mujer de entre 35 y 50
años casados y con hijos. Personas que buscan con ahínco la
estabilidad laboral para quitarse de encima la espada de
damócles del desempleo.
Es una presión añadida, “un hacha que pende sobre nosotros,
personas que llevamos diez años trabajando y que tenemos una
familia que mantener”. El caso más singular y descriptivo es
el de Miguel, casado y con hijos y única fuente de ingresos
económicos de su matrimonio. “Mi aportación es vital para mi
familia y quedarme sin empleo sería catastrófico”, añadió.
¿Se imaginan que el precio que tuvieran que pagar para
conseguir un empleo fijo fuera pasar con nota un examen? Ese
es el abc bianual de los interinos de Ceuta y el resto de
España. Después de tantas trabas, dificultades, sinsabores y
presiones añadidas cabe preguntarse cómo es posible que aún
queden ganas de seguir presentándose a las oposiciones. Hay
quien a pesar de todo lo tiene claro. “Seguimos en esto,
primero porque aún nos queda algo de moral y porque es los
que nos gusta, y segundo, porque tenemos una familia detrás
que nos apoya”, relató Miguel, que cuenta con ocho
convocatorias de oposiciones a sus espaldas.
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